Vecinos de la Comuna 11 van por una Ley para cambiar el Código Urbanístico

El colectivo Conciencia Urbana asegura que la normativa vigente implica “un riesgo” para las características identitarias de los cuatro barrios y “para la calidad de vida de todos los habitantes”.

 

Con el asesoramiento de la legisladora porteña Claudia Neira (Frente de Todos) y la asociación civil Observatorio del Derecho a la Ciudad, vecinos de la agrupación “Conciencia Urbana-Comuna 11” (Villa Devoto, Villa Santa Rita, Villa General Mitre, Villa del Parque) presentaron un proyecto de Ley de forma particular para modificar el Código Urbanístico vigente (2018).

De este modo, buscan regular la construcción de edificios en altura con el objetivo de “poner freno a este proceso de transformación con impactos negativos en nuestros barrios, proteger el patrimonio aún vigente y recuperar la calidad de vida”, sostuvieron los autores.

En esta línea, afirmaron en Conciencia Urbana-Comuna 11: “Solicitamos readecuar, en sectores representativos de nuestros barrios, diversos aspectos de la normativa urbanística vigente que constituyen un riesgo tanto para sus características identitarias, como para la calidad de vida de todos los habitantes”.

Así, buscan “restringir y ajustar determinados criterios normativos establecidos por el Código Urbanístico (Ley N°6099), en las cuatro zonas que concentran hoy, un alto nivel de preocupación y demanda ciudadana”, suman.

De este modo, la Zona 1 está integrada por el polígono delimitado por el eje de la Av. Beiró, Av. San Martín, Av. Nazca, Av. Nogoyá y Joaquín. V. González.

Luego, la Zona 2 cubre el eje de la Av. Jonte, Sanabria, Baigorria, Joaquín.V.González, Nogoyá y Av. Nazca.

En tanto, la Zona 3 va por el eje de la Av. Nazca, Av. San Martín y Nogoyá. La Zona 4: eje de la Av. Nazca, Nogoyá, Av. San Martín, Av. Jonte.

También proponen catalogar varios inmuebles de las cuatro zonas “con valoración Urbanística y/o Arquitectónica, Histórica-Cultural, Singular y Ambiental”.

Entre ellos mencionan: Argerich 3327, Campana 2816, Campana 3269, Campana 3336, Campana 3406, Campana 3412, Cuenca 2835-41, Cuenca 2886, Helguera 3221, Helguera 3390, Helguera 3272, Helguera 3418, Helguera 3476, José Pedro Varela 3109, Melincué 3113, Ricardo Gutierrez 3018, Simbrón 2947, Simbrón 3265, Simbrón 3016.

“Entre los factores que generan nuestra mayor preocupación se encuentran: El incremento exponencial y arbitrario de la capacidad constructiva de las parcelas, que distorsiona los valores del suelo e incentiva la renovación urbana con sustitución de tejido patrimonial o histórico. El aumento arbitrario de las alturas de la edificación, que alteran la escala urbana y las condiciones de habitabilidad. La intensiva ocupación del suelo permitida, que incentiva la disminución de la superficie absorbente y la pérdida de los pulmones de manzana. La flexibilización de los usos del suelo, que altera la convivencia de las actividades urbanas y modifica negativamente las economías barriales. El estado crítico de la situación general de las infraestructuras de servicios, que no se planifican conjuntamente con la normativa urbanística”, definieron los vecinos.

“Es preciso señalar que, a pesar de las diversas instancias de participación, movilización y diálogo que hemos promovido en nuestra Comuna con objeto de abordar esta compleja problemática ambiental, social y económica de impacto colectivo, aún no hemos logrado sentirnos escuchados por las autoridades oficiales, en nuestro reclamo genuino por conservar la calidad de vida y frenar el enorme deterioro que se le está causando al barrio en que vivimos”, lamentaron al respecto.

Por eso afirman que “el motor fundamental de esta propuesta son los vecinos y vecinas del barrio: “Quienes hemos contado con el apoyo y colaboración de la diputada Claudia Neira, el Observatorio del Derecho a la Ciudad y de docentes y profesionales de la arquitectura y el urbanismo de la Ciudad de Buenos Aires, que desde hace décadas abrazan un fuerte compromiso con el barrio y la ciudad”.

“Por último, queremos resaltar la importancia de trabajar en la preservación de nuestro patrimonio barrial, no como una operación tendenciosa, hegemónica e institucionalista de reconstrucción del pasado, sino cómo un ejercicio en función de las motivaciones, necesidades y sentimientos de cohesión e identificación de los vecinos y vecinas con su hábitat cotidiano. Mediante este conjunto de modificaciones propuestas, que cuentan con el acompañamiento del Consejo Consultivo de la Comuna 11, anhelamos poner freno a este proceso de transformación con impactos negativos en nuestros barrios, proteger el patrimonio aún vigente y recuperar la calidad de vida”, concluyen.

 

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