“Rescatar la historia de un barrio es hacer concreta la visión abstracta de la patria”

30° Aniversario

La Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto celebró su 30º aniversario el último 14 de septiembre. En su haber tiene varias luchas, defensa de edificios históricos y el patrimonio y pedidos para mayor visibilidad a lugares o nombres. Se mantiene vigente, con su sitio web, revistas y sobretodo el reconocimiento de sus pares y otras instituciones del barrio. En esta entrevista, habla su vicepresidente, Norberto Malaguti.

 

 

Centenares de edificios, calles y plazas de los barrios son transitados por sus habitantes de manera cotidiana y pertenecen por ello a su cotidianeidad, sin saber que esconden en sus paredes o suelo acontecimientos históricos. Con ese fin, nacieron hace décadas las juntas de historiadores barriales que buscaron defender, informar y exaltar la historia barrial en la Ciudad de Buenos Aires.

Por esto, la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto se encuentra en un momento especial. El último 14 de septiembre celebró su 30º aniversario. La institución mantiene muchas de sus históricas peticiones al Ejecutivo para “sacar del olvido” a personajes o lugares y señalizarlos, mantiene la edición de su periódico y artículos y es referencia para instituciones que la convocan en eventos culturales.

“Las primeras juntas, como la de Flores, tienen cerca de 80 años. En Villa Devoto teníamos desde 1979 una, pero en 1992 se fundó la que actualmente conformamos. Lo hicieron en el Devoto School, Edgardo Tosi, Francisco Núñez y Carlos Mico, entre otros vecinos. Su impulso se lo dio Diego del Pino, un gran maestro de la historia barrial, y la conformación reciente de la Federación de Juntas Barriales de la Ciudad. Hoy, 44 de los 48 barrios tienen la suya”, explica Norberto Malaguti, su vicepresidente.

Poco después, en 1994, salió la revista “Aniversario”. Su nombre estaba lejos de lo que el marketing podía sugerir para nombrar a una publicación, pero tenía un sentido concreto. “Se luchaba por el reconocimiento correcto del aniversario de Devoto. Se había inventado una fecha de origen de la estación, pero era una picardía histórica. Entonces empezamos a investigar, a recorrer los antiguos periódicos, las colecciones, las actas de las sociedades de fomento, y en base a eso, reconstruyendo la historia”, rememora Norberto.

El cariño por el barrio, la pasión por contar su historia y hasta cierta tenacidad permitió sobrellevar los momentos complejos de estas tres décadas. “Ninguno de nosotros es historiador de profesión, sino que nos movemos por ser entusiastas aficionados de nuestro barrio. La crisis de 2001 hizo tambalear el proyecto de la revista pero en 2004 la reeditamos. En 2005 nos involucramos en otra lucha, porque salió una Ley que decía que el barrio se había fundado el 12 de noviembre de 1888. Gracias a la intervención de Norberto La Porta logramos en 2007 la sanción del Día del Barrio, 13 de abril de 1889, que sí se ajusta a los hechos”, dice en el racconto ante este periódico.

Malaguti destaca que el objetivo de la Junta es “superar la anécdota, la historia oral, y dejar documento y testimonios escritos para la posteridad”. En ese marco, se aggiornaron y lanzaron la página web, donde se subieron las 51 ediciones de la revista. El “CV” de estos 30 años de la institución incluye también 5 congresos de historia, 70 trabajos investigativos, 4 libros, visitas guiadas gratuitas, exposiciones fotográficas, una biblioteca específica, de casi 500 libros de historia barrial, y unos 14 talleres de historia.

Norberto enfatiza en que la presencia de instituciones como esta que rescatan el pasado de los barrios, y lo publican, “son algo único en el mundo”. “Estamos reconocidos por la Constitución de la Ciudad como asesores ad honorem del Gobierno de la Ciudad y la Legislatura”, plantea.

En cuanto a su financiación, la labor de este grupo es a pulmón. “No recibimos ayuda de nadie salvo de los vecinos y comerciantes que nos apoyan. La pandemia ahora nos creó un intervalo, que estamos reconstruyendo”, aclara su directivo.

Las luchas que sostuvo la Junta

En su tenacidad por defender la historia barrial, la Junta de Villa Devoto llevó a cabo a lo largo de estos años varias luchas o reclamos. Su vicepresidente los rememora en esta entrevista. “Nosotros hacemos política, no partidaria pero sí en defensa del patrimonio. Y como tal, somos impulsores de varias leyes, más allá de la mencionada del Día del Barrio. Cuando los herederos de Francisco Beiró vendieron la propiedad, una casa muy bella y de gran valor histórico y político, logramos que se votara la Ley de Protección Estructural. Como esto no fue suficiente, nos convocaron desde la Comuna 11 para adherir al proyecto de que sea Casa de la Democracia y recuperarla. El problema es que el Ejecutivo nunca le dio su aval y por eso hoy se halla, ante nuestra indignación, destruida e irrecuperable”, lamenta Norberto.

También, rescata la Ley del Cine Aconcagua, vetada luego en tiempos de Mauricio Macri como Jefe de Gobierno. Y la que logró nombrar a las 7 plazoletas del Boulevard Chivilcoy (“Paseo de los Vecinos Destacados”). “Fue de mucho debate para nosotros y finalmente optamos por un criterio de equidad de género. Así, se honra a la primera maestra (María Isabel Aveleyra), una bibliotecaria (Angélica Rojas de Álvarez) y una gran benefactora de la zona por un lado (Filomena Devoto de Devoto), y al pionero de la organización vecinal (Onorio Stoppani), el director de La Razón de Villa Devoto (Lorenzo Stanchina) y del Dr Isidoro Gil, uno de los primeros médicos del barrio, junto a la fecha aniversario. Quisimos primero hacer monolitos, luego baldosones, y en ambos casos nos plantearon que no había presupuesto. Quedaron unos carteles, pero casualmente ignoran a la Junta de Estudios Históricos”, dice el vicepresidente de la Junta.

En el listado de Malaguti se incluyen también haber evitado la demolición de la casa del Dr Sánchez Picado, y las actuales, con final incierto: la oposición al “polo gastronómico” por considerar que afecta a la arquitectura y cultura de la zona  y la defensa a que el Palacio Ceci sea usado solo para fines culturales.

La defensa de la historia barrial

“Rescatar la historia de un barrio es hacer concreta la visión abstracta de la patria”, manifiesta Norberto Malaguti a modo de lema. Sobre ello, argumenta: “Cuando en otro lado te preguntan por tu país, vos pensás en tus amores, en sus calles, sus lugares. Y entonces mostrar la historia del barrio es ser agradecido a aquellos que fundaron el lugar en el que nuestros hijos van a jugar al fútbol por ejemplo. Esas personas no pueden quedar en el olvido, porque son muestra de la socialización, de la actividad colectiva de los vecinos. La cultura no la hace un funcionario, sino que surge de la acción humana. La hacen los pueblos”.

“Devoto es uno de los barrios en los que más propiedades de Art Decó tiene la Ciudad, casi 200 casas. Esas viviendas son testimonio de un mundo que no se tiene que perder. Ya decían los griegos, quien no conoce su pasado, poco sabe de su presente y no tiene idea de qué será de su futuro. Lo mismo en relación a los nombres de las calles. Fernández de Enciso, por caso, fue el primer regidor de la Ciudad. ¿No sería lindo que haya un cartel para que la gente lo sepa?”, eleva el interrogante el vicepresidente de la Junta.

En este marco, la institución pide frecuentemente que sea colocado el emblema del barrio, que plantea como lema: “Villa Devoto, jardín de Buenos Aires”, creado por Mateo del Valle. “Debería estar en Plaza Arenales. Nos cansamos de pedirlo y no hay respuesta. Eso sí, hacen canteros”, cierra en tono crítico.

Reconocimiento de la Legislatura porteña

Ante el 30º aniversario, un grupo de legisladores radicales (Marcelo Guouman, María Patricia Vischi y Diego Weck), presentaron un proyecto para entregar una bandeja conmemorativa a los integrantes de la Junta de Estudios Históricos.

“Esta organización trabaja con esmero y desarrolla numerosas actividades, como por ejemplo: producen charlas, conferencias, talleres de historia, visitas guiadas, exposiciones, participación de eventos colectivos, publicación de folletos y revista. Esta Junta de Estudios Históricos no es sólo la reserva de nuestra memoria, también es el resguardo patrimonial y simbólico de nuestro presente que nos permite forjar una identidad cultural y preservar nuestros valores para que podamos definir de la mejor manera posible lo que proyectamos en el barrio”, argumentan.

Por Mateo Lazcano

 

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