Elecciones 2017: vuelve la papeleta

En la elección de diputados nacionales y legisladores locales convocada para el 22 de octubre próximo, así como en las PASO previas que se realizarán el 13 de agosto, se volverá a usar en la ciudad de Buenos Aires la boleta de papel.

El hecho de “dejar de lado la boleta única electrónica es consecuencia de la simultaneidad de elecciones”, dijo el actual presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Legislatura, Clodomiro Risau (PRO), quien explicó que en ese caso “la figura jurídica que rige es el Código Electoral Nacional, donde la boleta electrónica aún no está contemplada, más allá de los proyectos que elevó el Poder Ejecutivo nacional”.

Cabe recordar al respecto que en noviembre último el bloque del FpV, con el aval de la gran mayoría de los gobernadores del PJ, frenó en el Senado el proyecto de reforma electoral impulsado por el Ejecutivo, que la Cámara de Diputados había aprobado el mes anterior por 152 votos a favor y 75 en contra y que, entre muchas otras cosas, establecía el uso de la boleta única electrónica, aseguraba la paridad de género y prohibía las listas colectoras.

En ese contexto, el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, firmó el Decreto N° 158, publicado el 5 del mes último en el Boletín Oficial, que convoca a las elecciones primarias y a las generales, especificando que tanto unas como otras “se realizarán en forma conjunta y simultánea con los comicios nacionales, en un mismo día y en un solo acto”,

Más allá de que la decisión obedeció principalmente a razones electoralistas, es necesario tener en cuenta que de no haberla tomado el electorado de la ciudad debería votar cuatro veces (en las PASO para legisladores locales y para diputados nacionales, y en las generales para unos y otros) con sus respectivos sistemas de votación.

Y si bien la decisión se tomó a sabiendas de que implicaría el abandono de la boleta electrónica, trascendió que muchos funcionarios porteños lamentaron esa consecuencia, y arguyeron que “la Nación terminó atrasando a la Ciudad”.

En la Legislatura

Así las cosas, en la sesión del 8 de este mes la Legislatura de la Ciudad Autónoma sancionó la ley que suspende la aplicación de la boleta electrónica en las mesas de votación de electores incluidos en el padrón de extranjeros.

El proyecto correspondiente fue presentado por el Ejecutivo local y girado a la Comisión de Asuntos Constitucionales del cuerpo, donde obtuvo despacho favorable basado en argumentos que coinciden con los fundamentos del proyecto en cuestión.

Así, se considera a “la simultaneidad de elecciones de diferentes niveles de gobierno como un régimen que optimiza la eficiencia de los recursos destinados a la organización de los actos electorales y reduce la cantidad de recursos que las agrupaciones políticas deben destinar para la campaña electoral, garantizando la plenitud de los derechos de los electores sin complejizar el acto de sufragio”.

Se advierte sin embargo que “en las mesas receptoras de votos destinadas a los residentes extranjeros” no resulta aplicable el régimen de simultaneidad de elecciones “por no estar incluidos dichos electores en el padrón electoral nacional”, y que por lo tanto, “de no llevarse a cabo la suspensión, los electores inscriptos en el padrón de extranjeros se verían obligados a utilizar como instrumento de votación la boleta única, en tanto en las mesas de aquellos electores contemplados en el padrón nacional sería de aplicación el instrumento de votación vigente a nivel nacional, es decir la boleta múltiple partidaria”.

El despacho fue llevado al recinto, donde se lo trató sobre tablas. En la oportunidad habló en primer término Risau, quien manifestó: “Lo que se pretende es que no tengamos por un lado a los ciudadanos porteños votando en papel y a los extranjeros mediante voto electrónico”.

Advirtió que, de no aprobarse la norma, “iban a existir dos tipos de sistema de votación, nuestros ciudadanos nativos votarían con boleta en papel, mientras que los extranjeros votarían de manera electrónica” y que esa situación “podría llevar a una confusión”.

Y agregó: “Si bien yo también considero que votar en papel es un retroceso, teníamos que obedecer inexorablemente a la ley nacional, por una cuestión de jerarquía jurídica”.

Por su parte, Natalia Fidel (SUMA+), quien actualmente preside la Comisión de Reforma Política de ese cuerpo colegiado,  anunció el apoyo de su bloque “para garantizar la igualdad en la votación” sin “dejar de remarcar que la Ciudad ha tenido muchas idas y vueltas en lo que respecta a la modalidad de votación del distrito”.

Se preguntó si “suspender la boleta única” era “el único camino que tenía la ciudad de Buenos Aires, aun en un escenario de simultaneidad con la elección nacional”, para responderse que no, que el Gobierno porteño “podría haber seguido el ejemplo de Santa Fe o Salta, donde las elecciones para los cargos locales serán simultáneas con las nacionales, pero los diputados nacionales serán elegidos con la boleta múltiple y los legisladores locales se votarán con la boleta única”.

Estimó que “el ejemplo de esas provincias es muy coherente ya que, una vez que lograron abandonar el vetusto sistema de boletas múltiples partidarias, decidieron mantener sus formas más transparentes de votar, aun cuando decidieron realizar sus elecciones locales el mismo día que las nacionales”.

A su vez, Maximiliano Ferraro (CC) recordó que el gobierno nacional “ha intentado, durante todo el año pasado y parte de este, avanzar, mejorar e incorporar nuevos instrumentos para la reforma política y el funcionamiento transparente de las campañas electorales para que de una vez por todas en la Argentina pasemos a tener un sistema de boleta única electrónica para desterrar todo tipo de sospechas o violaciones sobre la voluntad de los ciudadanos a la hora de elegir a sus representantes”.

Y confió: “Todos acá tenemos la voluntad de que en el futuro, en la ciudad de Buenos Aires, con elecciones simultáneas o unificadas, no tengamos que suspender el avance que tuvimos en materia de reforma política; y esa apelación la debemos hacer cada uno de nosotros a nuestras fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Nación, para que se siga avanzando en un mejor sistema electoral, más transparente y eficiente”.

A su turno, Pablo Ferreyra (FpV) dijo: “La iniciativa es correcta y por eso la acompañamos, pero queremos plantear que en la Ciudad los extranjeros están aún muy lejos de gozar del pleno ejercicio del sufragio en las mismas condiciones que tienen los ciudadanos argentinos que están empadronados en este distrito”.

En cambio, Marcelo Ramal (FIT) rechazó “este nuevo cambio electoral”, y observó que “cuando invirtieron recursos para tener la boleta electrónica nos argumentaban que era para ‘hacer las elecciones más transparentes’”.

Y objetó: “Sin embargo, ahora se decide esta suspensión en vez de aprovechar la coexistencia de sistemas y profundizar la elección local”.

No obstante, admitió: “Aunque nosotros tengamos reparos hacia el voto electrónico, no significa que queramos volver a la boleta sábana”.

Por último, Adrián Camps (PSA) aseguró que “la boleta en papel es un retroceso para la ciudad de Buenos Aires y se presta a todo tipo de maniobras: secuestros de documentos, voto cadenita, robo de boletas, votos invalidados”.

Sin embargo, en el momento de votar apoyó la iniciativa, cuya aprobación requería un mínimo de 40 votos y finalmente obtuvo 51 afirmativos, aportados por el PRO, el FpV, el Bloque Peronista, SUMA+, la CC-ARI y el PSA, y 4 abstenciones (Ramal y su compañera de bloque Laura Marrone, Gustavo Vera (BC) y Fernando Vilardo (AyL)).

Haydée Breslav, para La Rayuela y  Tras Cartón

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