Fuerte cruce en la ministra de seguridad Frederic y Santilli

La polémica entre el ministerio de seguridad de nación y el gobierno de la Ciudad por la muerte del oficial Roldan producida el lunes pasado en Figueroa Alcorta y Salguero, corazón de la ciudad de Bs As, despertó el debate con relación al uso de las pistolas Taser. La ministra de Seguridad de Nación cuestionó el accionar de la policía de la Ciudad por el caso Roldan. Santilli respondió sentirse orgulloso de la policía de la Ciudad

Luego de la firma de un convenio de cooperación conjunto entre los municipios de la provincia y la Ciudad de manera coordinada con el Anillo Vehicular para que la policía de la provincia de Bs As pueda usar 12 de los destacamentos de la policía de la ciudad que están sobre Gral. Paz, el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, confirmó hoy que se reactivará el proceso de licitación para que la Policía de la Ciudad adquiera 300 pistolas Taser y explicó que «había sido suspendido por el tema de la importación durante la pandemia».

Santilli ratificó esta mañana la información difundida ayer sobre el reinicio del proceso de licitación de 300 pistolas Taser para la Policía de la Ciudad. Sobre el procedimiento licitatorio, informó: «Lo hemos reiniciado y esperemos que sea lo más rápido posible».

Santilli expresó «Hay que dotar a los policías de las herramientas necesarias para que puedan desempeñar su trabajo con armas de baja letalidad, como una tonfa o una pistola Taser; hay que ir equipándolos y ayer mismo se reinició el proceso de licitación de Taser, que había sido suspendido por el tema de la importación durante la pandemia»

Desde 2010, el gobierno porteño pretende equipar a la policía con pistolas Taser, lo que fue cuestionado por organismos de defensa de los derechos humanos, que calificaron este tipo de armas como «elementos de tortura». En 2014 hubo un fallo de primera instancia que prohibió la utilización de dichas pistolas, pero un año después el Tribunal Superior de Justicia porteño lo revocó y dejó firme el permiso para su utilización por parte de las fuerzas de seguridad en la Capital

Por su parte, desde Ministerio de Seguridad en declaraciones a la agencia oficial Télam expresaron que la Nación «no se opone a la utilización de las Taser» y aclararon que la Justicia habilitó hace cuatro años la utilización de este tipo de armas por parte de la fuerza de seguridad de la Ciudad, pero que por motivos que desconocen «no se pusieron en funcionamiento».

La ministra de Seguridad consideró que el uso de pistolas paralizantes como las Taser debe estar circunscripto a «fuerzas especiales» que «pueden tener un mejor entrenamiento» para su utilización en «delitos complejos, crimen organizado», y apuntó que «no está claro por qué la ciudad de Buenos Aires no las tiene».

Sabina Frederic además agrego «Yo nunca prohibí las Taser; en diciembre de 2019 lo que hicimos fue derogar un protocolo de (la exministra de la gestión de Cambiemos) Patricia Bullrich sobre su uso porque tenía una ambigüedad e imprecisión que era imposible que un policía se pudiera guiar». «Este protocolo -explicó la funcionaria- tiene una gran hipocresía porque nombra a las Taser como armas no letales, cuando en realidad son menos letales, según la propia definición de su página web».

Las pistolas Taser no son armas sin ningún tipo de letalidad, pero al ser presentadas como armas de baja letalidad genera confusión en la Sociedad. Las fuerzas de seguridad deben estar debidamente capacitadas para el uso de las Taser porque de lo contrario llevaría al uso indiscriminado.

Desde hace un tiempo atrás, distintas organizaciones de los Estados Unidos también se manifestaron en relación al uso de las pistolas de descarga eléctrica, puntualizando que las Taser, al igual que las armas letales, deben ser usadas exclusivamente en situaciones extremas, cuando exista una amenaza real e inmediata para la vida o riesgo de heridas graves, en sustitución de armas letales. No se debe usar una Taser sin haber intentado evitar el uso de la fuerza antes, mediante una señal de alto o similar, o con una técnica de reducción verbal.

Entre los protocolos de uso de estas armas señalan que: Se debe utilizar un modelo de Taser que permita limitar el tiempo de duración de la descarga a cinco segundos. Si la descarga supera los 15 segundos el riesgo de muerte se eleva significativamente, algunos modelos lo permiten.

La mayor parte de las muertes relacionadas con uso de Taser no ocurren en el momento de la descarga, sino más adelante a causa de paros cardíacos o golpes al caer, entre otras situaciones posibles. Su utilización requiere un procedimiento especial de revisión médica inmediata (no posteriormente en la comisaría) de las personas a las que se aplique la descarga.

Por su parte, el Comité contra la Tortura de la ONU opina que las armas de este tipo deben considerarse inadmisibles como parte del equipo de los guardias de prisiones y de cualquier otro lugar de privación de libertad, ya que pueden ser utilizadas como instrumentos de tortura porque no dejan marcas visibles.

Y agregó que las Taser jamás pueden ser utilizadas contra:

*Embarazadas.

*Personas con signos de intoxicación por alcohol o drogas.

*Personas con padecimiento mental.

*Personas ya arrestadas, esposadas o precintadas.

*Personas que ya recibieron una descarga (no se pueden realizar dos descargas sobre la misma persona).

*Además, no nunca se debe disparar al rostro, ya que de impactar en los ojos puede causar ceguera.

 

La polémica se instala no sobre el uso de las Taser sino de cómo se deben usar, porque tipo de fuerzas de seguridad y en que circunstancias. El debate de la inseguridad se impone en la clase dirigente sobre una programa de seguridad a desarrollar que va más allá de la cantidad de efectivos o sobre que tipos de dispositivos se deben usar.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *