Entre el 15 y 21 de noviembre, se llevará a cabo por 5to año consecutivo, la semana latinoamericana de la prevención del ahogamiento, un incidente que genera muchas muertes cada año, en el que niños, niñas y adolescentes son los más afectados. El 28 de abril de 2021, la ONU declaró la necesidad de atender el problema del ahogamiento, trazando estrategias globales de alto impacto. Cada 90 segundos alguien muere ahogado en el mundo (372.000 muertes por año OMS), donde más del 90% de esas muertes ocurren en países de ingresos bajos y medianos. Esta cifra, llega a equiparar a las estadísticas de muertes de otras enfermedades, como el paludismo, hasta incluso a la malnutrición, con la salvedad de que, en el ahogamiento, no hay iniciativas importantes sobre la prevención y menos aún, se cuenta con campañas financiadas por los organismos gubernamentales En muchos países, incluyendo el nuestro, el ahogamiento está entre las primeras 5 causas de muerte accidental en menores de 14 años. Se estima que, por cada adulto ahogado, también muere un niño, niña o adolescente. En Argentina, según datos del Ministerio de Salud, en 2019 murieron 311 personas por ahogamiento, un número francamente subestimado, ya que no contempla inundaciones, accidentes de navegación entre otros. Por otra parte, no se llevan un registro de la cantidad de ahogamientos no fatales, vidas salvadas, con y sin morbilidades. Tristemente y como consecuencia del COVID-19, todos los días escuchamos estadísticas de muertes, pero a diferencia del ahogamiento seguirán provocándose muertes en forma silenciosa. Es necesario poner este tema en la agenda de la comunidad, como así también incluir estos contenidos de prevención en los distintos niveles de la educación, tal cual como sucedió con la educación vial, la educación sexual integral, entre otros. Estando a tan pocos días del verano, donde mucha gente toma contacto con el medio acuático, necesitamos de vuestra ayuda para instalar este tema en los medios de comunicación
