El compost, que propone la separación de residuos orgánicos para reutilizarlos como abono, va ganando adeptos en los barrios. En base a eso, el Gobierno porteño lanzó un programa para que haya una compostera comunitaria donde arrojar este tipo de desechos en cada comuna.
El mundo vive una “ola verde”, vinculado a las distintas acciones para reforzar el reciclaje ante la abrumante cantidad de basura producida y vertida, con la contaminación que eso provoca. En ese marco, la técnica del compost tiene cada vez más adeptos. La misma propone la separación de los residuos orgánicos para reutilizarlos como abono, evitando que tenga el destino del resto de los desechos.
En este contexto, el Gobierno de la Ciudad decidió impulsar esta práctica, y comenzó a colocar composteras comunitarias en cada comuna de las 15 que tiene el territorio porteño. La Comuna 11 tiene la suya en la Plaza Arenales de Villa Devoto (Nueva York y Mercedes). La misma fue instalada el último 28 de septiembre, y estará disponible de martes a viernes de 14 a 19 hs, y los sábados de 10 a 18 hs para recibir residuos orgánicos.
Las composteras tendrán limitaciones, dado que es importante no mezclar lo que puede ser utilizado como compost de lo que no. Por eso, admitirán: restos de frutas, verduras, legumbres, cereales, panificados, cáscara de huevos, carozos, yerba, café, saquitos de té, hojas secas, pequeñas ramas, pasto, flores y hasta servilletas usadas.
Por el contrario, se pide que no se arroje en ellas: carnes, lácteos, restos con grasas o aceites, pañales, apósitos, materia fecal de perros o gatos o tabaco.
El compost es un abono natural, rico en nutrientes, que se utiliza para rellenar espacios verdes. Además de ser vital para el reciclaje, tiene una serie de atributos propios, al brindar mejoras a la estructura del suelo y favorecer la capacidad de retención de agua. La técnica otorga grandes resultados: con 2 mil kilos de residuos orgánicos se pueden generar 900 kilos de compost, recuperando casi la mitad de lo vertido.
Esta práctica viene siendo difundida por distintas organizaciones ecologistas en la Ciudad, como el Colectivo Reciclador. Carlos Briganti, su principal referente, dio su parecer ante Rayuela periódico ante la instalación de composteras por parte de las autoridades locales.
“Nosotros desde el colectivo venimos instalando hace muchos años dos composteras por cuadra, con muy buen resultado y aceptación en los vecinos”, recordó “El Reciclador”, ante lo que agregó que si ahora el Gobierno de la Ciudad toma el mismo camino, indica que estaban en lo correcto al impulsarlo anteriormente desde su organización.
Aún así, Briganti sostiene que bajo su punto de vista, “esto no debería ser una cuestión de un municipio, o de una gobernación, sino de Estado”. “Debería el Estado tomar las riendas del compostaje, en todos los centros de salud y todos los centros educativos, realizando campañas de difusión sobre las bondades del compostaje”, propone. “Si empezamos de esta manera vamos a terminar con esos 5000 basurales a cielo abierto que tenemos, con el relleno sanitario, o la incineración, algo totalmente dañino”, afirma.
“Esto tendría que ser una cuestión nacional, preparando a las nuevas generaciones para que no tiren más. El compost no trae ningún perjuicio para la población, a lo contrario, trae beneficios”, sumó Briganti, cuyo colectivo tiene una escuela de huerta urbana en Constitución en la que realizan compostaje.
Talleres de compost
Además de la instalación de las composteras, el Gobierno de la Ciudad comenzará a dar en los lugares seleccionados talleres de compost domiciliario. El objetivo es incorporar esta práctica en el hogar. Los mismos serán brindados por Promotoras Ambientales de las Cooperativas de Recuperadores Urbanos.
En la Plaza Arenales, durante octubre, el taller será brindado el miércoles 13 de octubre, desde las 17 horas.
Por Mateo Lazcano
