Los médicos a punto de caer

Covid 19

Cuando recién empezó la pandemia escuché a alguien decir en la radio que los que más iban a sufrir las consecuencias íbamos a ser los médicos. Pensé que era solo una afirmación amarillista con intención de generar rating y sin una justificación científica detrás. Me equivoqué. Un año después descubrí que aquel desconocido tenía razón.

La pandemia expuso todas las falencias estructurales del sistema de salud, y los médicos fuimos unos de los grandes damnificados de toda esta tragedia. El exceso de trabajo para algunos, el desempleo para otros, el riesgo diario de infectarse y contagiar a su familia, los paupérrimos honorarios y las malas condiciones de trabajo fueron los ingredientes infaltables de un cóctel explosivo.

Recientemente, el Dr. Rubén Kevorkian, jefe de cardiología del Hospital Santojanni realizó una encuesta que incluyó a 1044 médicos con el objetivo de evaluar cuál era el estado del personal sanitario para encarar la segunda ola de infecciones por COVID-19. El 83% de los médicos pertenecían al AMBA.  Solo el 39% de los encuestados manifestaron que el lugar donde trabajaban estaba mejor preparado que antes de la pandemia.Un dato llamativo es que el 89% de los profesionales se sintieron poco reconocidos durante el año 2020 y la mayoría, un 68% creen que esta falta de reconocimiento impactará negativamente en el entusiasmo para hacer frente a la segunda ola de contagios.

Cuando se les consultó cuáles eran las causas que influían negativamente en su trabajo, las tres razones más frecuentemente citadas fueron: Los bajos salarios (87,9%), la falta de motivación (47,6%) y las pobres condiciones laborales del lugar donde trabajaban (45,3%).

Esta realidad expone a la sociedad a una segunda ola de infecciones, que amenaza con ser peor que la primera, con profesionales desmotivados, exhaustos, con malas condiciones de trabajo y mal remunerados. Esta situación nos golpea duramente y data de décadas de desinversión y de desatención en los sistemas de salud tanto pública como privada. A la luz de los hechos no hay indicios de que nadie intente cambiarla.

 

No es momento de buscar culpables, sino que es tiempo de buscar soluciones para poder darle a los médicos mejores condiciones de trabajo los más rápido posible. En momentos donde a todos los profesionales se les pide un esfuerzo extra, la falta de motivación atenta contra esta solicitud y eso impacta negativamente en la atención médica. La falta de reconocimiento se puede visualizar en toda la cadena de dirigentes que manejan la salud en la Argentina, nadie pensó nunca que algún día los médicos íbamos a ser esenciales para la salud de una sociedad.

Es hora de cambiar los aplausos diarios a las nueve de la noche por acciones concretas que mejoren las condiciones de trabajo. No somos héroes, somos trabajadores que queremos ejercer la profesión en condiciones dignas y con remuneraciones acordes al esfuerzo, al sacrificio y al riesgo que nos enfrentamos cada día.

 

Darío Di Toro

MN.90.725

IG ditoro_dario

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