Jorge Schussheim, un artista irrepetible.

 

A pocos días de su muerte trazamos una semblanza de este multifacético hombre de la cultura argentina. Integró el mítico Instituto Di Tella en los 60. Formó parte de I Musicisti, grupo de humor musical antecesor de Les Luthiers. Libretista que acompañó a Tato Bores en 1975. Destacado publicista, creador de importantes campañas que quedaron registradas en la memoria colectiva. Adaptador de obras teatrales como Toc-Toc, Dios Mío, El Cabaret de los Hombres Perdidos, Relojero, Rosa Fontana Peinados. Dramaturgo, escribió Juan Moreira Supershow junto a Pedro Orgambide y varios espectáculos de Tato Bores. Cantautor destacado que produjo la música de apertura e integró el programa Café Las Palabras conducido por el diputado peronista Eduardo Valdez entre 2009 y 2012, en Canal 26. 

 

En el momento de su partida, este cronista navegaba en el muro de la cuenta que el multifacético Jorge Schussheim tenía en la red social Facebook, con la lectura de sus últimos relatos, que eran verdaderas historias de vida donde el humor, las vivencias personales, los recuerdos familiares, la tradición judía, el mundo de la cocina y la gastronomía, el compromiso político con lo nacional y popular, y su enorme arte se hilvanaban una a otra con una magia que sólo este auténtico maestro de la cultura podía desarrollar.

Cada posteo era un aprendizaje, una enseñanza, una posición clara y precisa en la vida y sobre la vida. Nunca habló el cronista con él, la entrevista pensada y planificada se postergó en el tiempo, acaso a la espera de un momento menos traumático como fueron los cuatro años del gobierno de Macri y su fuerza Cambiemos. Sin embargo, pudo compartir algunos comentarios en las redes, y siempre rechazaba el término Maestro, y ni hablar de los elogios que rechazaba por considerarlos desmesurados.

Amigos de la red social dejaron conmovedores registros, como Noemí La Noe Fiorentino, «sus anécdotas de aquel Buenos Aires de los 60’s y 70’s con sus personajes tan increíbles, aquella bohemia maravillosa tenía un gran cronista, ¿quién nos va a contar ahora esas historias vividas de primera mano?». Por su parte, Guillermo Jacubowicz escribió, «¿quién va a seguir contándonos historias de toda una generación? Con él se nos mueren nuestros viejos una vez más».

El publicista Fernando Braga Menéndez comentó que «nunca en la vida me divertí tanto como con Jorge, era un cabrón empedernido, pero -y esto es lo único que importa y por lo que lo voy a recordar siempre- era un buen tipo, leal y esencialmente noble».

Muchas de sus realizaciones en la publicidad, la música, el teatro, la televisión fueron compartidas con mi familia a lo largo del tiempo. Fue parte de nuestra vida, es parte de un tiempo que queda en el recuerdo, la memoria y el corazón. Ya integra el enorme bagaje que uno lleva como mochila. Con su partida queda un espacio vacío que ni la tecnología, ni las redes ni la fría ignorancia mediática podrán siquiera reemplazar.

La intérprete de tangos, Lidia Borda, manifestó su gran tristeza, «me asomo al Facebook a leer pocas cosas, entre ellas las que escribía Jorge, extrañaremos mucho a este gran amigo irreverente». Santiago Varela, guionista, dijo que «lo vamos a seguir viendo, leyendo, escuchando, parte importante de él se queda con nosotros. Seguro que él lo quiere así».

El actor Osmar Nuñez subrayó que «mi corazón vuela donde estés, maravilla de relato. Y gracias por tu receta. Hasta siempre». Es uno de esos seres que uno extrañará por siempre porque iluminó la vida, la hizo más entrañable, más vivible y dejando en claro que el valor de la palabra y de la acción no tiene precio.

Claudio Morales*

*Periodista. Corresponsal, Colaborador y Productor Periodístico de medios de comunicación argentinos y del exterior. Director fundador del Grupo Pasteur, primer colectivo multimedia cultural-educativo juvenil de la Argentina.

 

 

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