Hoy se conmemora el día internacional de la mujer debido a que el 8 de marzo de 1908, 129 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, Estados Unidos, luego de que se declararan en huelga con permanencia en su lugar de trabajo, una de las tantas injusticias que vienen sufriendo desde el inicio de los tiempos.
El siglo XXI se vio destacado por el empoderamiento femenino, resultado de la revolución que se viene viendo desde aquel 8 de marzo de 1908. Aun así, distintos observatorios de violencia de género contabilizaron al menos 63 femicidios en lo que va del año: 70% de ellos en manos de sus parejas o ex parejas y un saldo de al menos 88 niños sin madre a raíz de estos crímenes. Las cifras son cada vez más escalofriantes y no parece haber solución por parte del Estado ni de ningún otro poder.
Hace unos días la influencer “Paulina cocina” comenzó con un debate en el que se invita a los hombres a poder hablar sobre su masculinidad, basada en la premisa de que «Para que dejen de matarnos, de violentarnos no basta lo que hacemos nosotras. Necesitamos que los hombres empiecen a revisarse, a deconstruirse, a pensar un poco. No tenemos tiempo para que empiecen lavando los platos: tienen que hablar entre ustedes, no con nosotras», mencionaba Paulina. Esto generó un debate en las redes sociales sobre qué es lo que sucede con la masculinidad de los hombres que, en la gran mayoría de los casos, realizan acciones violentas sobre las mujeres por el simple hecho de no mostrarse “frágiles”.
Aún así, casi un 10% más de mujeres fueron asesinadas en comparación del 2019, cada 29 horas hubo un caso de femicidio en el país. En un nuevo informe anual de hechos relevados por el Observatorio de Femicidios «Adriana Marisel Zambrano», de la Asociación Civil La Casa del Encuentro, que para este estudio cuenta con el apoyo de la Fundación Avon, mencionan que más de la mitad de las víctimas (el 52%) fueron asesinadas en su propio hogar. Una vez más, las parejas o exparejas de las víctimas fueron los principales atacantes (el 67% de los homicidas). Del total, 58 femicidas tenían acusaciones previas de violencia de género o prohibiciones de acercamiento a quienes, a pesar de eso, fueron asesinadas.
No solo las cifras son escalofriantes, sino que una de cada cinco mujeres había realizado denuncias, y el 43% tenía alejamientos perimetrales concedidos. Además, 21 de los femicidas de 2019 pertenecía o había pertenecido a alguna fuerza de seguridad. Entonces, ¿en dónde está el Estado para controlar que esto no siga sucediendo? ¿qué están esperando para declarar la emergencia nacional de género? ¿hasta cuándo vamos a tener que seguir soportando que nos maten impunemente?
