Día Mundial sin Tabaco

Hoy, 31 de mayo, se celebra el Día Mundial sin Tabaco. La campaña anual realizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sirve para concienciar sobre los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco ajeno, y para disuadir del consumo de tabaco en cualquiera de sus formas.

Con esta campaña ser quiere concienciar sobre las consecuencias negativas para la salud pulmonar de las personas que tiene el tabaco, que van desde el cáncer hasta enfermedades respiratorias crónicas; y el papel fundamental que desempeñan los pulmones para la salud y el bienestar de todas las personas.

El tabaquismo es una enfermedad crónica que afecta a más de 1.200 millones de personas en todo el mundo y que, según la OMS, provoca la muerte de seis millones de personas al año. “El tabaquismo es una enfermedad crónica, adictiva y recidivante; es decir, que provoca adición y recaídas, y a menudo el fumador o su entorno considera y trata este problema como un estilo de vida, no lo asume como una enfermedad y, por tanto, no solicita ayuda al médico ni busca tratamiento, y por eso fracasa” al intentar dejar de fumar solo, por su cuenta, explica José Luis Díaz-Maroto, coordinador del grupo de trabajo de Tabaquismo de Semergen, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria.

El tabaco pone en peligro la salud pulmonar de las personas de todo el mundo. El fumador puede tener cáncer de pulmón, enfermedades respiratorias crónicas y tuberculosis. Además, Los bebés expuestos en el útero a las toxinas del humo de tabaco, a través del tabaquismo materno o de la exposición materna al humo ajeno, experimentan con frecuencia una disminución del crecimiento de los pulmones y de la función pulmonar. Los niños pequeños expuestos al humo de tabaco ajeno corren el riesgo de agravamiento del asma, la neumonía y la bronquitis, así como infecciones frecuentes de las vías respiratorias inferiores.

Dejar de fumar es un vicio que cuesta mucho dejar, los científicos han demostrado que la abstinencia de la nicotina provoca cambios en el cerebro y que dejar los cigarrillos conlleva durante los primeros días, alteraciones en la memoria y déficit de atención, además de sentirse triste y aumentar de peso. Es por esto que los expertos explican que el método que mejor funciona, es el que combina un tratamiento farmacológico para la adición física con una terapia de deshabituación tabáquica para tratar la dependencia psicológica y social, aumentar la motivación y reducir la ansiedad.

 

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