-A tres años del comienzo de este proceso comunal, ¿qué balance hace?
-Un balance muy positivo. En octubre del 2011 habíamos presentado en la Legislatura el cronograma de transferencia gradual de competencias, que era lo que marcaba la ley N° 3.233; ahora nos toca ir de nuevo, como todos los años, por el tema del presupuesto, y me puse a repasar los discursos viejos: la verdad es que de lo que nos habíamos planteado a lo que es, estamos prácticamente cumplidos. Con muy poca demora, estamos cumpliendo el cronograma de transferencia que nos habíamos planteado hace dos años, que abarcaba cuatro grandes competencias exclusivas: baches, veredas, espacios verdes y arbolado, estas dos últimas con el 100%, veredas y bacheo todavía compitiendo con alguna actividad central porque hay licitaciones lanzadas, pero a su vez las comunas ya están licitando, están bacheando… Y en ninguna de las cuatro competencias ha bajado la percepción de satisfacción de los vecinos.
-¿En qué comunas se están manejando contratos y procesos licitatorios?
-En el 100% de las comunas, y desde el año pasado, en el que ya todas hicieron licitaciones de veredas; este año acabamos de lanzar la nueva licitación de espacios verdes y también la de arbolado -que abarca poda, extracción, plantación y corte de raíces- que se adjudican por comuna. Hemos terminado la poda de este año con récord absoluto en cantidad de intervenciones: con la proyección de los últimos dos meses, que es muy marginal, estamos superando los 90.000 árboles intervenidos; el récord anterior era del año 2011 y había sido de 51.000. Se trabajó muy bien en la integración de las actividades propias de las comunas con las de las empresas, y gracias a que las comunas estuvieron mucho más encima, hemos mejorado enormemente los resultados.
-¿Cuáles han sido los principales logros?
-Estos que mencioné de transferir sin resignar calidad de servicio. Ya hemos transferido todo lo que nos planteamos en una primera etapa, que es la de las competencias exclusivas; hay una segunda, que tiene que ver con las competencias concurrentes, y que no termina nunca. Conocemos experiencias de otros lugares del mundo donde treinta años después siguen haciendo ajustes: algunas cosas que estaban descentralizadas las centralizan y otras, que estaban centralizadas, las descentralizan. En 2010 estuvimos en Barcelona, y justamente estaban transfiriendo temáticas relacionadas con la cultura que no hacía mucho estaban centralizadas; nosotros las tenemos descentralizadas desde antes de la Ley de Comunas.
-¿Qué reflexión le merece la decisión del Tribunal Superior de revocar el fallo de Cámara que había declarado la inconstitucionalidad de las UAC (Unidades de Atención Ciudadana)?
-El Tribunal Superior revirtió un mamarracho jurídico de la Cámara; los otros dos fallos que están a su consideración tienen fallo favorable de Cámara, con lo cual sentimos que no deberíamos tener sobresaltos de parte del máximo tribunal, más allá de que el paso del tiempo ha demostrado que las presentaciones que se hicieron eran solamente miradas desde la política, no desde la del vecino. Lo que nosotros hicimos fue un reordenamiento administrativo de actividades que no tenían nada que ver con las que se planteaban como descentralizables en la Constitución y en la Ley de Comunas, y le dimos el soporte administrativo que creímos que era mejor sin excedernos ni un centímetro de las facultades constitucionales que se le dieron al jefe de Gobierno de organizar su administración. Creemos que el fallo del Tribunal Superior fue ejemplificador, no sólo para sentar jurisprudencia sino también por ser muy crítico de la actuación de la Cámara, porque el fallo en primera instancia fue impecable: denegó el amparo con muy sólidos fundamentos. Y me parece un excelente precedente que haya fijado costas, porque no puede ser que se presenten amparos por cualquier cosa a costo cero, lo venimos diciendo desde hace muchos años y no sólo con relación a este tema.
-¿A qué otros temas se refiere?
-En la Comuna 11 nos frenaron los pasos bajo nivel durante años, el fallo también salió a favor y ahora los estamos haciendo, y en el ínterin pudimos solucionar los problemas de interferencia que teníamos tanto en Beiró como en San Martín, donde la obra ya está en marcha, y en Beiró está próxima a iniciarse; pero mientras tanto se perdieron vidas por seguir cruzando sobre nivel, y no es posible que resulte gratuito impedir que un gobierno elegido por la gente haga las cosas que tiene que hacer. Finalmente todos los fallos salen a favor del gobierno, en el tema de comunas en el 100% de los casos; tan mal no debemos estar haciendo las cosas teniendo en cuenta que, como ustedes saben, no tenemos una relación precisamente amigable con la Justicia, que nos pega bastante.
-¿Piensa que a la ley de comunas habría que aggiornarla un poco?
-Sí, claramente. Por la experiencia de estos años tenemos tres dimensiones de abordaje del tema, y de hecho estuvimos trabajando con algunos legisladores para intentar modificar la ley antes de la asunción de los nuevos comuneros. El primer capítulo se refiere a inconsistencias vinculadas con cuestiones de técnica legislativa, que tienen que ver con cómo se conformó la ley, y lo que hay que hacer entonces es poner un equipo de expertos en redacción de leyes a ordenar; este capítulo sería el de más fácil solución.
-¿Cuál sería la siguiente modificación?
-Lo que creemos que hay que hacer en segundo lugar es adecuar la Ley de Comunas a lo que establece la Constitución, porque estamos convencidos de que en muchos casos excede el mandato constitucional, que es muy claro en su definición de cuáles son las atribuciones de las comunas. En definitiva, se trata de establecer clara y taxativamente de qué cosas se tienen que ocupar exclusivamente las comunas, de qué cosas se tiene que ocupar exclusivamente el Poder Ejecutivo central y en qué cosas conviven, de acuerdo con lo que marca la Constitución y no con una construcción teórica por fuera de ella. En este segundo capítulo podría haber posiciones encontradas, básicamente en lo que hace a las competencias concurrentes, donde la redacción de la ley excede muchísimo lo que marca la Constitución.
-¿Y en tercer lugar?
-El tercer capítulo es más interno de cada una de las comunas y tiene que ver con que faltó profundizar en las responsabilidades de los comuneros: está muy claro lo que hace el presidente, pero no así el resto, y entonces depende de la personalidad y de varios otros factores que algunos comuneros hayan encontrado su espacio de desarrollo y otros no. No quiero cargar las tintas en si quieren o no quieren trabajar, hay gente que de buena fe quiso trabajar y no encontró su espacio porque la ley no es clara y sólo pone responsabilidades en el presidente. Creemos que tenemos que saldar esa deuda y darles responsabilidades claras a los otros seis a efectos de que los vecinos puedan medir su desempeño, porque hoy, ¿en función de qué van a saber si un comunero es bueno o malo si no lo conocen ni saben qué hace? En todo caso, lo que hace o deja de hacer obedece a una iniciativa personal, y los vecinos le pagan un sueldo para que haga cosas concretas. Este sería el tercer campo donde hay que intervenir en la ley, en este caso no para quitar sino para agregar.
-En las comunas hay una división interna de tareas…
-Muy poco ortodoxa, y no hay comuna igual a otra. En algunas, en el afán de hacer cosas, se han creado comisiones de educación y de salud, incluso en comunas que no tienen hospitales, pero aun cuando los tuvieran, no tienen competencia porque no se las da la Constitución. Hay comuneros que dicen “yo me ocupo de la educación”, si eso significa ir a visitar las escuelas está bien, porque si detectan un problema pueden canalizarlo al ministerio, pero la verdad es que la ciudad no gasta plata en un miembro del Poder Ejecutivo para que haga de observador de la realidad, sino para que la transforme, y en muchos casos los comuneros, por deficiencias de la ley, son simples observadores de la realidad cuando deberían tener capacidad de ejecutar.
-Los comuneros de la oposición dicen que lo que pasa es que no tienen nada de plata y no pueden hacer nada.
-Desafío a ustedes a que entren al sitio del Ministerio de Hacienda y se fijen en Ejecución Presupuestaria: las comunas van a terminar este año con más de 600 millones de pesos de ejecución, récord histórico. Es falso que no tengan presupuesto: ejecutan presupuesto, licitan desde el año pasado, contratan gente, echan gente, compran cosas, pagan cosas… Yo creo que algunos dicen que el Pro no descentraliza desde la conveniencia política y otros realmente no saben que se ha descentralizado, por equis razones, y que hay comuneros propios y ajenos que se han tomado sus cargos como un pago a la política y no es así, la gente no los ha votado para eso.
-En la Comuna 11, los comuneros de la oposición denunciaron que en el nuevo edificio de Beiró no se ha contemplado un espacio para ellos.
-La Ley de Comunas le ordenaba al Gobierno de la Ciudad que fijara la sede comunal y dispusiera algún lugar para el funcionamiento de las juntas comunales; y eso fue lo que hicimos. Los juntistas tienen muy lindas y muy dignas oficinas en un hermoso edificio, con teléfono, internet, escritorios, recepcionistas, salas de reunión… Todo puede funcionar allí y no hay necesidad de duplicar lugares, lo que por otra parte es absolutamente ineficiente: el presidente de la Comuna tiene la oficina en un solo lugar, y no hay ninguna obligación de darles, como pretenden ellos, una oficina en Ricardo Gutiérrez y otra en Beiró. Además, si tenemos que dar espacios en las sedes para que los vecinos estén más cómodos o para que una comunera tenga dos oficinas, siempre vamos a privilegiar a los vecinos.
Haydee Breslav y Diego Losada
