Se espera un duro ajuste para este año

Entre el cúmulo de declaraciones que las recientes medidas adoptadas por el equipo económico nacional inspiraron a políticos, economistas y empresarios –de entre las que se destacó la definición del ex titular del Banco Central, Aldo Pignanelli, quien dijo que “bajo este esquema, el mercado se lleva puesto al Gobierno”- comenzaron a alzarse las voces que previenen contra un ajuste que afectará fundamentalmente a trabajadores, jubilados y demás sectores de menores recursos.

Así, la diputada nacional por la ciudad Elisa Carrió (UNEN) escribió en su cuenta de facebook: “El costo político, el costo social de la mentira una vez más en la historia argentina: las clases medias de salarios fijos, las pymes, los jubilados y los pobres pagarán con hambre el costo del ajuste brutal de Cristina Kirchner; vivir en la mentira no es bueno”.

Fuertes definiciones de legisladores

Por su parte, el diputado de la Ciudad Marcelo Ramal (Frente de Izquierda), en declaraciones a un canal de noticias del exterior, consideró que “a los golpes o a los tumbos, el Gobierno está poniendo en marcha un claro viraje en su política económica habilitando una devaluación de la moneda que seguramente va a tener impacto en los precios que paga la población y marcará un nuevo salto en el proceso inflacionario”.

Anunció que “todas las medidas que se han venido adoptando en el curso de estas semanas o de estos meses van a dar lugar a un golpe terrible y durísimo en los salarios, en las jubilaciones y en las capacidades adquisitivas de la población”.

En su visión, “lo que nos espera en 2014 es un brutal ajuste de la economía nacional a costa de los que trabajan”. Explicó en ese sentido que “solamente en los dos primeros meses de este año, a raíz de la devaluación, se espera una inflación de probablemente el 10%” y que “en los dos meses que han pasado, noviembre y diciembre, en los que hubo aumentos muy fuertes en los precios de los alimentos, de los combustibles y del transporte, se considera que la capacidad adquisitiva del salario cayó en un 20%”.

Por último, advirtió que “lo que nos espera en 2014 es un brutal ajuste de la economía nacional a costa, lamentablemente, de los que trabajan”.

A su vez, su colega Alejandro Bodart (MST), estimó que las explicaciones del jefe de Gabinete, Jorge Milton Capitanich, sobre la “devaluación récord” son “argumentos infantiles” y sostuvo que “el gobierno nacional dejó correr la devaluación sin que el BCRA interviniera, como parte de su política de ajuste, tarifazos, inflación y bajos salarios, para hacerle pagar la crisis al pueblo”.

E ironizó: “Ahora quedó claro que si al ministro Axel Kicillof le decían ‘marxista’ no era por Carlos sino por Groucho.”

“Para controlar la paridad cambiaria”, recomendó, “hace falta nacionalizar el comercio exterior y la banca, lo que a la vez permitiría evitar la fuga de capitales”.

También consideró necesario “un aumento de salarios, jubilaciones y planes sociales, que son las principales víctimas de la devaluación, y suspender el pago de la deuda externa, ese fraude monumental que se sigue comiendo las divisas del país.”

Claro pronunciamiento de la CTA

En este contexto, la Central de Trabajadores de la Argentina –CTA- emitió un enérgico comunicado en el que “repudia y condena la brutal devaluación del peso aplicada por el Gobierno” y convoca a “movilizarse, ganar la calle y construir un Gran Paro Nacional para decirle al poder que los trabajadores no vamos a pagar el ajuste”.

“La Central de Trabajadores de la Argentina repudia y condena la brutal devaluación del peso aplicado por el Gobierno, que licúa el poder adquisitivo de los salarios, dispara aún más la inflación castigando a los sectores populares y beneficia a los exportadores y a los grupos económicos más concentrados”, expresa el comunicado en el primer párrafo.

Explica a continuación que “las devaluaciones de la moneda siempre perjudican a quienes tienen ingresos fijos” y enumera: “Los trabajadores, activos o pasivos, los perceptores de subsidios e incluso los empresarios que asocian su producción y sus ventas al mercado interno”.

Señala después que, “al tiempo que lleva a cabo el trabajo sucio de ajustarles el cinturón a los trabajadores por pedido de los grupos de poder, [el Gobierno] se apresta a pagarle al Club de París una deuda plagada de irregularidades, que fuera contraída enteramente por la tiranía militar-oligárquica”.

Precisa al respecto que “dócil con los que mandan, a través del devaluado Ministerio de Trabajo pretende ponerles un techo a las paritarias para que no superen el 20% de recomposición salarial con una inflación que supera el 30% y la mayor devaluación de que se tenga memoria en más de una década”.

Seguidamente, y frente a esta situación a la que califica “de extrema gravedad para los intereses populares”, la CTA “ratifica la necesidad de convocar urgente a un Consejo Económico y Social donde estén presentes todos los actores sin exclusiones de ninguna naturaleza, para discutir una salida a la crisis que sea amigable con los intereses populares y no profundice la brecha de desigualdad imperante en nuestro país”.

Y agrega: “Además, se debe llamar ahora al Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, para debatir un aumento salarial de emergencia para todos los trabajadores activos y jubilados, públicos y privados, formales e informales y los que perciben planes de asistencia social, y la inmediata apertura de las paritarias con un piso de aumento salarial del 35%”.

Por último, la organización convoca “al conjunto de las centrales sindicales, a los cuerpos de delegados y a los trabajadores y pueblo en general a movilizarse, ganar la calle y construir un Gran Paro Nacional para decirle al poder que los trabajadores no vamos a pagar el ajuste”.

Haydee Breslav

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