“Los cientìficos están retornando al país”

1 franchiEn un mano a mano con La Rayuela, Ana María Franchi cuenta que desde hace unos años, se le está dando más importancia a la ciencia y la tecnología en la Argentina: los salarios y el presupuesto para insumos se elevaron. Habla del rol de la mujer en la ciencia y de los derechos que fueron adquiriendo en estos años.

Franchi en el Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos.

Ana María Franchi es investigadora del CONICET, Presidenta del Centro de estudios Farmacológicos y Botánicos (CEFyBO). También es presidenta de La Red Argentina de Género, Ciencia y Tecnología (RAGCyT).  Es investigadora principal de Fisiopatología de la preñez y el parto, investiga sobre las causas del parto prematuro y aborto temprano.

 

¿Cómo es la investigación que están llevando adelante con su equipo?

Trabajamos en dos áreas de investigación: parto prematuro -estudia las causas que llevan al parto prematuro y busca moléculas que puedan frenar el parto prematuro-. La otro área es la de reabsorción embrionaria que está relacionada con el aborto temprano que es una de las patologías más importantes de la preñez, con causas multifactoriales. Tenemos dos modelos de ratón para ambas áreas y en esos modelos estudiamos distintos mediadores: el oxionitrico, la fasitoquina, la postranamina y desde hace unos años estudiamos los endocabinadoides -son los que nosotros sintetizamos y participan fundamentalmente, en muchos eventos reproductivos, ya sea fisiológicos o patológicos-. Empezamos con estos modelos desde el año 1998.

 

¿Cómo repercuten las investigaciones y cómo llegan a la sociedad?

Nosotros hacemos investigación básica. Dentro de la comunidad científica, publicamos en revistas nacionales e internacionales y presentamos en Congresos nacionales e internacionales. Llevar la historia del laboratorio a la cama del hospital, es un camino largo. Ahora, por ejemplo, estamos tratando de hacer un estudio químico con pacientes con una determinada molécula que encontramos que frena el parto prematuro. Son cosas que van a la larga, no es una cosa inmediata. Vas aportando y tus hallazgos te sirven a vos y a otros para seguir adelante con las investigaciones que pueden llegar –y ojalá que sí- porque nuestra investigación es para resolver problemas, no solo para aumentar el conocimiento. Pero para resolver problemas hay que aumentar el conocimiento.

 

¿Los científicos están retornando?

Si. Hay un programa que se llama Raíces para que los investigadores que están afuera vuelvan. Han retornado más de mil, en mi propio instituto tenemos dos chicos que se fueron en el momento de la crisis e hicieron sus posdoctorados y han vuelto. Antes se iban a hacer posdoctorado y no volvían. Incluso está retornando gente mayor de cuarenta años. Una cosa que falta es los lugares, los espacios, aunque se estas agrandando los que ya existen y se están poniendo espacio nuevos, se está dando mucha bolilla a la federalización de la ciencia. La investigación, en general, es fuerte en el área Metropolitana, Rosario, Córdoba, Tucumán. Pero ahora hay muchos lugares del interior donde se están creando institutos, algunos relacionados a las problemáticas locales: del suelo, agro, y otros más en ciencias básicas, en este momento son más de doscientos los institutos en el interior.

 

¿Cuál es el lugar que tiene hoy la mujer en la ciencia?

Desde el año 2006 hay más mujeres que varones investigadores en el CONICET. Unos años antes ya había más becarias que becarios, el tema es que las mujeres eran mayoritarias en las categorías más bajas y minoritarias en las más altas. Sin embargo, el último estudio del 2012, da que las mujeres han igualado a los hombres en todas las categorías del CONICET, lo cual nos sorprendió a nosotras también. Se han dado muchas cosas, en el año 2003 y 2004, han empezado a ingresar varones y mujeres en forma mucho mayor de lo que pasaba antes. En esa época el CONICET eran casi siete mil personas y hoy está en veinte mil, se ha triplicado, fundamentalmente investigadores y becarios. Además, otras de las cosas que estaban muy frenadas antes eran las promociones -pasar de una categoría a la otra- hoy han aumentado, y la matrícula universitaria está feminizada desde hace muchos años. De hecho, estamos tratando de hacer una investigación para saber por qué. En el año 2007, por primera vez en la historia del CONICET -que ya lleva más de cincuenta años- una mujer fue presidenta: la doctora Marta Rovira, una astrónoma. El directorio es conformado por ocho personas y hasta hace poco había una sola mujer, ahora hay dos mujeres y ha habido tres. Desde la Red argentina de ciencia, género y tecnología (RAGCyT) estamos planteando estudiar una parte de becarios, desde que ingresan hasta que llegan o no a la carrera de investigador para ver qué les fue pasando a las mujeres y varones, tanto desde lo cuantitativo como cualitativo. También hay mayor oferta en el mundo del trabajo, hablo en general de la biomédica, pero en otras áreas también. Estuve hace un mes en México por la RAGCyT y todos quedaron muy sorprendidos porque eso no se da en ningún país de los que estaban representados, que estemos de igual a igual varones y mujeres en cada categoría.

 

Decías que en el 2003 y 2004 se incrementó la cantidad de ingresantes. ¿Se sabe el motivo?

Sí. Aumentó porque hubo mucha más cantidad de becas, a partir del 2004, además entre el 2004 y 2006, nuestros salarios eran paupérrimos, y fuimos teniendo aumentos que se le da a la administración pública, hubo distintas actualizaciones de los salarios de los becarios y los técnicos; que hicieron que ahora sea un salario que se puede vivir. Estuvimos un montón de años que no nos aumentaban y también en el 2000 nos bajaron los salarios un 13%  -como a todos los empleados públicos y a los jubilados-. La importancia que dieron estos últimos gobiernos, desde Néstor Kirchner a la investigación es algo que nunca nos pasó en la vida. El ministro Cavallo nos mandó a lavar los platos, nos bajaron los salarios, estaban cerrados los ingresos a la carrera de investigación, no había becarios. Después de todo eso hubo un cambio de 180 grados y el CONICET empezó a aparecer en los medios como nunca antes había aparecido. Yo siempre cuento que cuando me tomaba un taxi y me preguntaban de qué trabajaba y decía en investigaciones me preguntaban si trabajaba para la policía, y ahora digo el CONICET y saben qué es. Hubo una visualización de lo que hacíamos, y el gobierno nos vió y nos apoyó, eso fue un cambio muy importante e hizo ingresar a muchos chicos en las especialidades del CONICET. Hoy en día contamos con  más subsidios. Igual nunca nos alcanza, la investigación que hacemos es cara, porque casi todos los insumos son importados, los aparatos son caros, pero de vivir con nada tenemos unos subsidios interesantes. Estamos más parecidos a otros países latinoamericanos.

 

¿Cómo es para una mujer científica combinar el trabajo con la vida personal?

Es complicado, sobre todo cuando tenés hijos chicos. Yo tuve la suerte que cuando mis hijos eran chicos teníamos OSPLAD y contábamos con guarderías. Esa es una falencia: en muchos lugares no hay guarderías y se les da un plus a los investigadores para la guardaría que igual no alcanza pero no a los becarios. Pero no solo la guardería es el problema, en época de escuela acá no existen la jornada prolongada como en Francia que los chicos salen del colegio y tienen dos horas más donde hacen deberes y deportes. Ahora se están agregando en algunos lugares las juegotecas. CONICET está haciendo su parte administrativa en el polo tecnológico sobre la calle Godoy Cruz, y va a haber guardería para todo el personal que trabaje en ese lugar. Es difícil porque es un trabajo full time, que además te apasiona. Tuve mucha colaboración de mi marido, mi mamá, mis amigas. Es cuestión de armar redes, no es fácil. Hay gente que tiene que ir a hacer campañas como geólogos, antropólogas o las astrónomas que tienen turnos en los telescopios que se piden a nivel internacional, pedís un turno y lo tenés que cumplir, por ejemplo Gloria Dubner, tomó el turno cuando tenía un bebé de cuatro meses y si dejás el turno como que quedás en la lista negra. Lo nuestro es cerca de casa, hay ciertas cosas que se facilitan. Otro tema es el de las becas externas, muchas no las toman porque su pareja no puede irse, hacer un posdoctorado siempre repercute bien a tu carrera pero es una desventaja que tiene las chicas. Desde la RAGCyT proponemos que haya becas cortas de tres meses, con facilidad de irte tres meses un año otros meses otro y no irte dos años juntos. Ahora está más visualizado, hace cinco años, no había licencia por maternidad, se puso la licencia por maternidad pero la beca no se prolonga es teniendo tus tres años de beca. Se agregó que la beca se prolongaba tantos meses como los que estuviste de licencia. Está bueno pero hay otro problema más: la fecha en la que te presentas a la siguiente beca o ingreso a la carrera no se mueve. Entonces si te tenés que presentar el 15 de julio por más que tengas tres meses más estás con menores antecedentes que tu competidor estamos tratando de que ocurra, que durante la beca si tuviste uno o dos hijos, se prolongue un año. Que después te presentes en igualdad de condiciones que la mujer o varón que no ha tenido la carga materna se está tratando de ver.

Otra de las cosas que conseguimos es que los investigadores informemos lo que hicimos. Cuando somos asistente informamos todos los años, si sos categoría más alta, cada  dos  pero si ese informe no es aprobado quedas casi afuera de la carrera. Entonces logramos que el año que la mujer tiene un hijo si quiere puede no presentarlo porque un informe aceptable significa un poco más de sueldo. Otra cosa, si es la presentación a becas o carreras, si tenés el parto en esos momentos te dejan otros cuarenta días más para hacer la presentación.

 

Desde la red hacen todo lo que mencionas ¿Cómo funciona y cómo lo crearon?

Lo creamos en el año 1994, éramos tres: la doctora Silvia Kochen que es médica Neuróloga e investigadora de epilepsia y la doctora Diana Maffía que fue diputada de la ciudad y es filósofa. Empezó porque se hacían cada diez años un encuentro internacional organizado por Naciones Unidas para ver la situación de la mujer. Se hacía en China en el ´95, en el año ´94 un preparatorio para esa reunión que se hizo en la Ciudad de Mar del Plata, estaba Ciencia y tecnología; armamos y ellas pudieron viajar a China y llevaron un trabajo, después se hizo en el ´94 también el primer Congreso Iberoamericano de Mujer, Ciencia y Tecnología en España. El segundo congreso lo armamos en Buenos Aires.  El año que viene se va a hacer el número diez en Paraguay. Se hace un año en España y otro en países latinoamericanos. Es interesante para concientizar a las colegas, generalmente pasan discriminaciones y creen que les pasa a ellas y no a las demás, entrevistamos a investigadoras grandes, que nos contaron que les pasó en su carrera. Hay cosas que son desopilantes si las pensás desde el lado gracioso pero hay cosas que son terribles. En España se organizó un encuentro de investigadoras y había una oceanógrafa española que contó que entró a hacer su tesis prometiéndole a su jefe que nunca se iba a querer subir al barco porque era inadmisible. Al final, le insistió y se desató una tormenta pero la única que no se descompuso fue ella. Y así se ganó su lugar en el barco. Una vez fui a Mendoza, en un encuentro y hablé de género, mostré esto y una investigadora me dijo que a ella nunca la habían discriminado. Luego fuimos a cenar y se sentó a mi lado, y me dijo que le pasó que fue a estudiar Física, llegó a la clase y el profesor le dijo: No señorita física para bioquímica es allá. Ella le respondió que iba a Física. Y el profesor le dijo: Sale, pega la vuelta y ahí venden máquinas de coser. Le hice notar que la habían discriminado, pero ella me dijo que luego fue muy amiga el profesor y yo le dije: Vos te quedaste y diez se fueron. Además, de tratar de impulsar políticas públicas -en este momento por suerte una de las directoras del CONICET es la doctora Dora Barrancos, una feminista de toda la vida, y que ha impulsado y apoyado estas medidas- el objetivo es concientizar porque cuando no te das cuenta que es contra todas, te pasa y te vas.

 

¿Qué te gustaría dejarle a tus hijos? ¿Qué deseás para el futuro?

Primero pasarles la pasión por la ciencia, cualquier profesión que a uno le apasione es fantástica. Me gustaría que hubiera reglas más claras, en el caso de las mujeres todas las que dije y otras que se puedan seguir armando, no solo con el cuidado de los chicos sino con el cuidado de los adultos mayores que en general está a cargo de las mujeres.

 

En cuanto a la ciencia me gustaría que las cosas como están ahora se consolidaran, que sigamos creciendo pero además de que los investigadores nos hiciéramos carne de que a nosotros nos paga gente que quizás no tienen posibilidades ni ellos ni sus hijos de ir a la universidad y para nosotros es una responsabilidad muy grande. Tenemos que trabajar no solo bien y publicando, sino trabajar para resolver los problemas, y no es inmediato pero tratar de resolver los problemas grandes y chicos de nuestro país porque la gente es la que nos sostiene tanto en nuestro salario como en nuestras investigaciones. Es un lujo trabajar en ciencias, es muy lindo pero nosotros cuando estábamos en la lona le decíamos a la gente la ciencia tiene que servir para mejorar la realidad de ustedes, es lo que tenemos que tratar de hacer.

 

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