Un paso más cerca del nuevo contrato de recolección

El oficialismo porteño destacó que resultado de la consulta pública para delinear los futuros contratos dejó buenos resultados que van a ser analizados por la gestión PRO. La licitación prevé siete zonas, una de ellas a cargo de gestión estatal. Se aseguró que el trabajo de las cooperativas de cartoneros no peligrará ante la presencia de los privados. Cuestionamientos de la oposición a los costos del sistema en favor de las empresas.

 

 

Para el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, la licitación para la recolección de residuos húmedos en todo el territorio capitalino avanza sin complicaciones. El pasado 17 de enero, se llevó a cabo a primera audiencia pública para discutir el pliego, y las autoridades porteñas aseguraron que fue “muy positiva” y que se llevaron “muchos temas para analizar”, entre las propuestas que fueron enunciadas. Participaron entre otros, legisladores, comuneros, organizaciones vecinales y representantes de las empresas prestatarias de este servicio.

Por otro lado, el ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli volvió a ratificar que con los nuevos contratos, no habrá ningún tipo de perjuicio para las cooperativas de cartoneros que actualmente realizan el trabajo de separación, y obtienen un beneficio económico a partir de su reconocimiento como parte del sistema de recolección de residuos con un convenio firmado a principios de año.

El Centro Cultural Recoleta fue el escenario de la audiencia pública que se llevó a cabo el 17 de enero por los pliegos de la licitación para el nuevo servicio de recolección. “Nos llevamos muchos puntos, y muchos temas para analizar. En líneas generales fue muy positiva. Estamos satisfechos”, dijo Santilli sobre los ítems que se podrían llegar a incorporar a los pliegos.

Además, aclaró, ante algunas críticas respecto a la separación en origen, que esta licitación está referida a los residuos húmedos y que la recolección de la fracción de secos se está haciendo a través del trabajo con las cooperativas de recuperadores, la apertura de centros verdes y la doble contenerización, con el fin de evitar suspicacias que crecieron en torno a este proceso por una supuesta intención de la gestión PRO de traspasar el negocio que representa a las empresas que resulten beneficiarias con los contratos.

“El trabajo de los cartoneros está absolutamente garantizado por el convenio y por el trabajo que estamos haciendo con las cooperativas. Es una licitación transparente. No van a tener ningún problema”, señaló el funcionario.

En ese contexto y tras dos años de tener el concurso público abierto para la recolección, clasificación y comercialización de residuos sólidos urbanos “secos” el Ministerio de Medio Ambiente firmó con 12 cooperativas de cartoneros el contrato para la recolección diferencia de residuos, con lo que 3 mil cartoneros se verían beneficiados.

Con un plazo de 4 años y mediante zonas asignadas las cooperativas trabajarán en acondicionar y clasificar este tipo de desechos con el fin de comercializarlos en los denominados Centros Verdes. El gobierno les dará uniformes de trabajo, obra social, seguro y un aporte económico que asegure el cumplimiento de las normas de higiene y seguridad laboral.  Según especialistas, este trabajo garantizaría la disminución del envío a rellenos de material que podría ser reutilizado.

El nuevo pliego que para licitar el servicio de residuos húmedos está enmarcado en la Ley 4.120, sancionada en marzo del 2012, y la Ley 1.854, conocida como “Basura Cero”.

Entre sus principales características, contempla que los contratos tengan una duración de 10 años, por un monto anual de 3 mil millones de pesos del erario público destinados al pago de los servicios.

La ciudad será dividida en 7 zonas, cuyos límites geográficos coincidirán con los de las comunas. Una de esas zonas estará bajo control del Ente Público de Higiene Urbana, lo que la convertirá en una suerte de “área testigo” de la prestación.

También está previsto que la recolección se lleve a cabo de lunes a domingo bajo el sistema denominado “ciudad limpia”, que deja de lado el actual pago por tonelada recolectada. Tras una larga batalla judicial y reclamos por parte de los vecinos de las zonas, esta licitación incorpora el servicio de limpieza dentro de las villas de emergencia de la ciudad, las cuales pasarán a ser catalogadas como “barrios”, pese a que, hasta el momento, no habían tenido esa consideración por parte de la gestión PRO, en lo que refiere a la prestación de los servicios públicos indispensables.

Pero uno de los puntos más relevantes para aventar fantasmas sobre cualquier avance contra los cartoneros reconocidos como “recuperadores urbanos” es que reconoce – en los papeles – a las cooperativas que hoy hacen las tareas de separación de residuos y recolección diferenciada.

Consultado por la licitación de 120 contenedores soterrados mecanizados, Santilli condicionó la extensión de estas nuevas herramientas sólo a las áreas peatonales del microcentro porteño. “Eso solo va a ser en el microcentro y en las calles donde está prevista la peatonalización. Es una obra muy cara y no tiene sentido extenderlo, así que por ahora solo lo tenemos previsto para esas áreas”, indicó el titular de la cartera de Ambiente y Espacio Público.

Los nuevos dispositivos se instalan a unos tres metros de profundidad debajo del nivel de la acera con una saliente, similar a un buzón, para arrojar las bolsas de basura. Luego el sistema permite que se eleven de forma mecánica y se carguen en los camiones que realizan el traslado de los residuos.

Esta licitación está también condicionada con ingredientes externos. En primer lugar, el acuerdo entre el jefe de Gobierno Mauricio Macri y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli para que la ciudad reduzca drásticamente el envío de basura para su entierro en los rellenos sanitarios.

El cruce entre ambos mandatarios por la crisis de los rellenos dejó maltrecho al alcalde porteño que debió capitular y hacer una promesa ambiciosa: La Ciudad se comprometió a reducir para 2014 un 78% de los residuos que deposita en los rellenos sanitarios del Gran Buenos Aires.

Debería reducir en enero un 10% el envío de residuos, en marzo está previsto que la disminución alcance el 29%, en julio, el 31%, en noviembre, el 44% y la diferencia el año próximo.

Ante un incumplimiento, la CEAMSE podrá devolver el excedente. Además, el éxito de la licitación tendrá un componente extra para la propia gestión de Santilli en un ministerio clave. El funcionario suena cada vez más fuerte para ser cabeza de una de las candidaturas PRO en las próximas elecciones legislativas a disputarse este año, ya sea en capital como en provincia, donde reside.

Uno de los puntos incorporados al debate en torno a la licitación, es la creación de un observatorio ambiental con participación de las comunas, vecinos, asociaciones, ONG´s, universidades y funcionarios con el fin de controlar el desempeño de las empresas que ganen el contrato.

Entre las críticas, el legislador porteño, Alejandro Bodart (MST en Proyecto Sur) cuestionó el costo por cuadra en las zonas servidas por los privados (130 mil pesos) en comparación con la zona que tiene a cargo el Ente público de Higiene (53.907 pesos). “Hay un problema de fondo y es que no cambia la dinámica que tiene como punto central favorecer a las empresas privadas, cuyo balance es pésimo» afirmó el legislador, que insistió con la estatización de la recolección.

Santilli explicó que la diferencia de costos se apoya en las diferencias salariales ente los estatales y los agremiados bajo el sindicato de Camioneros que conduce Hugo Moyano. Por su parte, la legisladora de la Coalición Cívica-ARI, Rocío Sánchez Andía, cuestionó el “marketing” que hace el gobierno PRO, en lugar de “más campañas de educación ambiental”.

“La ciudad está muy sucia a causa de la mala gestión” y advirtió que “la villas merecen gozar de un servicio de recolección igual al resto de la ciudad. Este pliego no lo garantiza”, advirtió Sánchez Andía.

Julio Raffo, presidente del bloque Proyecto Sur dijo que “hay que cambiar la lógica del negocio de la basura. No se puede tropezar siempre con la misma piedra” y señaló la inconveniencia de convocar a una audiencia pública durante la época de vacaciones de verano y en horario matutino.

 

Gabriel Morini

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