Un gran ejemplo a imitar

Desde el año pasado, se formó una red solidaria en Villa Devoto que lleva adelante acciones solidarias para personas que no logran cubrir sus necesidades básicas de vida.

Hoy es jueves y son las ocho y media de la noche.  Liliana , María, Gustavo ,Andrea y otros integrantes de la Red Solidaria del Colegio Cardenal Copello se acercan al  punto de encuentro habitual,  ubicado  en  la entrada trasera  del Hospital Zubizarreta, en la puerta del sector de Pediatría. Allí le ofrecen alimentos y voluntad de escuchar a quince personas que desde hace años están en situación de calle.

 

Ellos son totalmente marginados e ignorados  por muchos sectores de la sociedad. Sin embargo , desde julio del año pasado se formó una red solidaria que les brinda atención. Por ese entonces era pleno invierno , y a esta recorrida se la denominaba “La noche del frío”.  ¿Cómo surgió esta idea? El Colegio Copello convocó a la Parroquia San Antonio de Padua a participar de esta campaña solidaria, y la iglesia invitó a la comunidad a realizar tareas voluntarias. Fue así que Liliana , María , Gustavo y Andrea, entre otros,  se ofrecieron a colaborar.

 

La tarea de la Red no termina en la acción de  brindar alimentos, sino que también  orientan  a estas personas para  realizar trámites, ya sea relacionados con la salud o la vivienda. Por ejemplo, aquellos que quieren obtener un subsidio habitacional, que lo entrega el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, son orientados para que conozcan los pasos que tienen seguir. Les brindan confianza para que estén seguros de sí mismos.

Muchas de las personas que viven en la calle vienen de familias disociadas, y en varios casos  los familiares no conocen el paradero de ellos.

 

Se conformó un grupo de gente que hace por los demás , y lucha por encontrar una señal de luz en tanta oscuridad. Ellos se acercan todos los jueves  a las ocho de la noche a ayudar a estas quince personas aproximadamente, con la idea de establecer un vínculo, escucharlos, entregarles alimentos,  acercales ropa. Intentan resolver lo urgente,  como es el caso de dos chicas embarazadas que hasta el día de hoy viven en la calle.

 

“Hay mucha gente que quizás nos mira mal y no entiende por qué ayudamos, ya que de  opinan que de esta manera fomentamos la vagancia. Sería bueno  que cada vez seamos más los que ayudamos al prójimo”, señalaba una de las integrantes de la red.

 

“En un principio, como empezamos en invierno, nos reuníamos los lunes en la puerta del Copello, en lo que hemos llamado La noche del frío. Y empezamos con unas galletitas y un caldo, ya que las temperaturas eran muy bajas. La primer tarea fue buscar a la gente, íbamos hasta la estación del ferrocarril San Martín y al hospital. Después empezamos a ir los jueves, y jamás dejamos de venir, se convirtió en un tema de conciencia de cada uno, y asumimos con mucha entusiasmo el compromiso. Nuestra tarea es estar presente, acompañar, acercarlos a situaciones de salud”, agregó.

 

El tema de las adicciones es lo más preocupante, ya que muchos sufren este tipo de problemática. Actualmente uno de estas personas en situación de calle se encuentra internado en el Hospital  Zubizarreta por problemas de alcoholismo, y los demás lo visitan diariamente, Los entrevistados confesaron que les impactó el valor de solidaridad que tienen entre ellos, y señalaron que estas personas les remarcan la discriminación que sufren diariamente. Lo que necesitan es un espacio físico bajo techo, para prevenirse de los intensos fríos y la lluvia.

 

Hay muchos que se proponen trabajar , pero nadie los toma. La red provee de ropa, frazadas, medicamentos, así como también gestionan trámites,  recursos que lleguen a estas personas. Durante la última navidad, La Red realizó una mesa especial para que puedan celebrar las fiestas, y eso los emocionó mucho y los sorprendió, tenían una sonrisa en sus rostros. “Uno piensa qué haría en la situación de ellos. No notamos situaciones agresivas. Les transmitimos que se escuchen entre ellos, hablar sin gritar, decirse cosas sin agredirse , explicarles que lo que uno haga que no está bien puede perjudicar al resto. Todos saben lo que le pasa a cada uno”, afirmó uno de los miembros de la Red.

 

“Creemos que no sólo el  Estado tiene la responsabilidad de hacerse cargo de esta gente, sino que cada uno de nosotros como ciudadanos debemos preocuparnos por ellos. Nuestro objetivo es que al menos una persona pueda salir de esta situación el día de mañana, eso nos dejaría muy satisfechos”, concluyó

 

Felipe Barreiros

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