RODRÍGUEZ LARRETA EN VILLA DEVOTO “No hay soluciones mágicas”

2 IMG_1510El jefe de Gabinete del Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, participó de una reunión con vecinos que se realizó en el piso alto del restaurante Misión Plaza, ubicado en la calle Nueva York 4048, del barrio de Villa Devoto.

 

Asistieron el presidente de la Comuna 11, Carlos Guzzini; la integrante de la Junta Comunal 10 Teresita Funes (Pro), otros funcionarios y una concurrencia que colmó las instalaciones asignadas a la actividad.

Como es habitual en este tipo de encuentros, Rodríguez Larreta comenzó por fijar las reglas de juego. Dijo que no se trataba de “una reunión política”, que no iba “a hacer ninguna consideración política” y que sólo se hablaría “de los problemas concretos que tienen el barrio y la ciudad”.

Y así como en otras oportunidades, señaló: “Nos pasa como en la casa de ustedes, que no hay plata para todo; me encantaría que la ciudad tuviera plata para tener los mejores hospitales, las mejores escuelas y las mejores plazas del mundo, pero hay que andar disponiendo prioridades con la plata que uno tiene”.

Sin embargo, en la hora y media que duró la reunión, nadie mencionó siquiera un tema relacionado con la salud o la educación públicas, y las referencias a espacios públicos se  hicieron para reclamar que los enrejaran o que se desalojara de ellos a las personas en situación de calle que, según se dijo, allí se encuentran.

 

Primeras intervenciones

 

Las primeras intervenciones se hicieron para pedir la habilitación del estacionamiento en la mano izquierda de varias calles, entre ellas la de Marcos Paz, y se expusieron además distintos problemas de tránsito.

Después, una integrante de la red de vecinos Devoto Alerta planteó el tema de la inseguridad; preguntó cuándo la zona podría contar con la Policía Metropolitana y denunció un “foco bastante problemático en la plazoleta Roffo” donde, afirmó, “hay gente que se instaló” y “hay delincuencia”. Dijo también que “se ha visto a la camioneta del Gobierno de la Ciudad bajando alimentos y colchones” y opinó: “Como trabajadora social digo ojo con eso, porque estamos fomentando las condiciones paupérrimas de esa gente”.

Otros contaron que “en Mosconi y Bahía Blanca, donde está el Polideportivo, hace alrededor de siete o diez meses empezaron a vivir unos chicos, serán alrededor de siete u ocho”. Una vecina subrayó: “Todo el mundo dice que no se puede hacer nada, que no se los puede sacar, pero nosotros necesitamos que no estén más”.

Otro vecino señaló al respecto que “el Polideportivo tiene una  mitad que está enrejado y otra que no lo está” y consideró que “la que está enrejada está perfecta”. Asimismo, observó que el lugar “tiene iluminación, pero de noche no se enciende, y eso colabora para que se mantenga ese asentamiento”.

En otro orden de cosas, y ante el planteo de un asistente, Rodríguez Larreta admitió que “el tema de los baches es tremendo” e informó que “hasta mitad de este año estaba más o menos bajo control, pero se complicó mucho con la lluvia del invierno que fue fuerte en julio, record histórico en agosto y sigue ahora”. Y prometió: “Apenas podamos tener dos meses de poca lluvia se va a regularizar, no es como en otras cosas un problema de plata, es un problema de lluvia”.

A propósito de una nueva consulta, el jefe de Gabinete hizo saber que “desde hace dos o tres meses se hizo un contrato nuevo y después de muchos años se están cambiando todos los semáforos de la ciudad” y precisó que “se están poniendo semáforos por LED que se van a poder controlar desde una central” y que “se está modernizando mucho el tema”.

Respondiendo a otras inquietudes, explicó después que “la vereda es responsabilidad del frentista, salvo en dos casos” y puntualizó: “en el caso de que la raíz de un árbol rompa la vereda y en el otro caso, más común, de que una empresa de servicios públicos la rompa”. Y agregó: “En este último caso la tiene que arreglar la empresa, si no lo hace nosotros la intimamos o la multamos”.

Siguió con un importante anuncio, que pasó casi inadvertido entre la algarabía de los vecinos que pugnaban por hacer oír sus respectivos reclamos. “Hace una semana les estamos pasando poder de policía a las comunas para que puedan hacer multas”.

 

Crispación al final del túnel

 

Hasta entonces la reunión, aunque ruidosa, transcurría con aceptable tranquilidad. Las cosas empezaron a cambiar cuando una mujer, que se presentó como “una vecina de los que han quedado totalmente aislados con el túnel de la calle Mosconi y Sanabria” planteó “un problema muy serio” y se quejó: “Pasan las bicicletas a velocidad por debajo del túnel donde tenemos que transitar los peatones, y aparte pasan en patineta, y aparte el riesgo que tenemos por los robos”. También protestó porque “cerraron el paso a nivel peatonal”.

Guzzini repuso que “el paso peatonal por debajo del túnel está bien iluminado y hay cámaras de seguridad” pero admitió que “es cierto que andan chicos con bicicletas y patinetas” y puntualizó: “Al paso peatonal por las vías lo dejamos hecho, pero el ferrocarril lo cerró porque por razones de seguridad no quiere que pase gente por arriba de las vías”.

“¡Pero si en todos lados pasa!”, exclamó una mujer.

“Lo que podemos hacer es hablar con la empresa de ferrocarriles para ver cuál es el problema”, propuso el jefe de Gabinete, y afirmó: “Queda claro que cruzar una vía caminando es riesgoso”.

Por su parte, el jefe comunal apuntó que “allí no hay estación, el tren va a velocidad y además hay un tercer riel para tomar electricidad, lo que también complica las cosas”.

Las vecinas no estaban de acuerdo. “En Agronomía pasan permanentemente estudiantes, y está con barreras y pasa el ferrocarril”, ejemplificó una.

Otra fue más allá. “En la estación de Flores tienen un paso a nivel, entonces ¿por qué no lo podemos tener nosotros?”

“¿Y quién dice que no se pueden poner porque son riesgosos? En Flores hay cualquier cantidad”, dijo una tercera, con mucho énfasis.

Rodríguez Larreta trató de restablecer la calma, pero fue constantemente interrumpido. “No puede ser que no podamos hablar, podemos estar de acuerdo o no y eso es válido, pero respetémonos cuando hablamos”, reconvino.

Y recordó: “Sin ir más lejos, hace seis meses tuvimos un accidente tremendo en Flores donde murieron once personas; la ciudad tiene 85 pasos a nivel que son un peligro, complican el tránsito y hacen más lenta la frecuencia de los trenes, que ya bastante problemas tenemos con ellos; entonces, hay que sacar los pasos a nivel”.

“No, no estoy de acuerdo”, se opuso una mujer.

“Sáquenlo primero en Nazca”, dijo otra.

“Podemos no estar de acuerdo, pero yo creo, y los expertos en seguridad vial aseguran, que es una locura tener pasos a nivel en la ciudad”, replicó el funcionario, e informó: “En cuatro años hicimos diez [túneles], inauguramos el décimo en Núñez y tenemos diez más en marcha, algunos muy grandes como por ejemplo el de Constituyentes, y uno en Federico Lacroze”.

“Acá no era tan necesario porque no pasaba tanto tránsito” opinó una asistente.

“El túnel hay que hacerlo no solamente acá sino en todos los pasos a nivel, porque es un peligro una ciudad con barreras”, explicó pacientemente Rodríguez Larreta.

“¿El paso a nivel peatonal por qué lo cerraron? Es un capricho”, calificó otra.

“No, no es un capricho, señora, la gente que sabe de seguridad vial dice que hay que evitar pasar caminando las vías”, contestó flemáticamente el funcionario.

Nuevamente hablaron todas a un tiempo y entonces Guzzini, después de exhortarlas a que hablaran de a una por vez,  propuso buscar una alternativa.

El jefe de Gabinete previno que “lo que no puede hacer la alternativa es instalar pasos a nivel porque son un peligro” y acotó: “Si hay un problema de inseguridad veamos cómo se soluciona, pero no por eso se pueden hacer pasos a nivel, que son una de las principales causas de accidentes de muerte en la ciudad”.

“No, no”, insistió una mujer.

“Murieron once personas”, remarcó el funcionario. Y agregó: “Podemos ver una alternativa para las personas que pasan caminando, lo que no puede ser una solución es no hacer más túneles, tenemos que hacer más”.

Cerrando ese arduo tramo, hizo saber que “el de Nazca no se hace porque está en la traza del ferrocarril Sarmiento y hay un proyecto del Gobierno nacional para soterrarlo”.

 

Otros problemas

 

El trecho que siguió transcurrió en un clima más amable y, si bien la mayoría de los asistentes se mostraba ansiosa por hacer oír sus quejas y reclamos, estos no alcanzaron el carácter polémico de los anteriores.

En un momento dado, los ejemplares de arbolado público concentraron todas las críticas: algunos por las raíces robustas, que se introducen en los domicilios, y otros por el follaje frondoso, que tapa las luminarias.

En ese sentido, Rodríguez Larreta informó que “este año se podó mucho más que en los anteriores, y la idea es seguir manteniendo el ritmo fuerte de poda, dándole prioridad a los casos en que tapan luminarias”.

A su vez, el jefe comunal anunció: “Para este fin de año tenemos para podar 3800 árboles, todavía estamos trabajando y muchos van a quedar por hacer, porque tenemos 15000 en la comuna”.

Un reclamo por la falta de cocheras en el barrio y en la ciudad motivó al jefe de Gabinete a aclarar: “Lanzamos la licitación de trece cocheras: en diez de ellas no se presentó nadie; se hizo una que se inauguró en Pueyrredón y Las Heras que funcionó bien y quisimos hacer otra en el parque Las Heras, pero hubo un amparo de vecinos que no quisieron la obra y la Justicia hizo lugar”.

Con relación a las “lomas de burro”, expresó que “salvo poquísimas excepciones, la gente de tránsito las desaconseja” y que “salvo en pocos lugares, en la ciudad están prohibidas por  causa de las ambulancias, porque muchas veces la gente no las ve por más que las pinten y porque producen frenazos”.

También hubo quejas por falta de higiene y obstrucción de sumideros, y cabe consignar que no pocas intervenciones revelaron desconocimiento del funcionamiento de las comunas por parte de los asistentes.

Al respecto, el jefe de Gabinete precisó que “la comuna lo que no hace es obras, puede ir a ver pero no es su responsabilidad hacer la obra porque los contratos son centrales” y anunció: “De a poco, estamos empezando a pasarles, del Gobierno central a las comunas, cuadrillas para hacer obras menores; vamos a ir pasándoles la posibilidad de resolver primero problemas pequeños y si eso funciona bien, problemas cada vez más grandes”.

Rodríguez Larreta estimó también que “acá el edificio de la Comuna es uno de los más feos” y mencionó “un edificio al lado, en Beiró” que se estaba pensando “usar para mejorar la Comuna”.

Se refirió asimismo a “llevar a las comunas la posibilidad de hacer trámites que se hacían solamente en el centro, como por ejemplo renovar el registro y traer  los controladores de multas”.

Y como no podía ser de otra manera, uno de los presentes trajo a colación el traslado de la cárcel, “un viejo anhelo de Devoto”, como lo llamó.

“Más que un anhelo es un drama”, repuso el funcionario, quien advirtió que “la cárcel es nacional” y añadió: “Debo reconocer que no tenemos el mejor diálogo con el Gobierno nacional para estas cosas, pero vamos a seguir insistiendo; así como no puede haber más pasos a nivel dentro de una ciudad tampoco puede haber cárceles, ni en este ni en ningún otro barrio”.

Uno de los últimos en hablar aludió a la competencia desleal de los talleres mecánicos clandestinos, y dijo también que desde que se hicieron las obras del Maldonado, la avenida Juan B. Justo “no se inundó más”.

Rodríguez Larreta no dudó entonces en declarar que “la del Maldonado, que no se ve porque está abajo, es la obra de ingeniería más grande que se hizo en la ciudad en décadas”. A renglón seguido observó que “ante cualquier decisión que se toma, hay muchos que están contentos y otros que no, y generalmente los que están contentos no se expresan y los que están descontentos se quejan, y el que está en el Gobierno tiene que hacerse cargo de tomar decisiones para el bien común”.

A continuación Eduardo Villar, subsecretario de Espacio Público comunal, presentó un proyecto de mejoramiento, puesta en valor y embellecimiento del tramo de la calle Fernández de Enciso “que va de la plaza hacia la estación” para que “se convierta en más accesible y funcional”.

 

Comentarios finales

 

Rodríguez  Larreta anunció que haría “dos comentarios finales”; dedicó el primero a la limpieza. “Estamos promoviendo cada vez más el uso de contenedores: cuando arrancamos en el Gobierno había un poquito menos de 20% en la ciudad; hace más o menos seis meses empezamos a poner cada vez más, y mucho más grandes”.

Y prosiguió: “La idea es cubrir toda la ciudad con los contenedores: me podrán dar mil ejemplos de excepciones pero en términos generales, los barrios donde hay contenedor están más limpios”.

El otro comentario tuvo a la seguridad por objeto. “Voy a hacer lo posible para cumplir lo que dije al principio de no hacer consideraciones políticas”, empezó. Puso de manifiesto que “la seguridad de la ciudad de Buenos Aires es responsabilidad de la Policía Federal” y afirmó: “Nosotros creemos que la seguridad debiera ser responsabilidad de la ciudad, no porque seamos buenos ni por capricho, sino porque así funciona en todo el mundo: todas las ciudades manejan su propia seguridad. Yo creo que en algún momento este gobierno, el otro, el próximo, el que sea, va a tener que transferirle la policía a la ciudad”.

Y continuó: “Hace dos años empezamos un camino largo, crear una policía desde cero: hoy la Metropolitana tiene dos mil efectivos en la calle, de los cuales hay mil que tienen menos de un año de experiencia, y más o menos podemos ir sacando a la calle entre seiscientos y ochocientos por año; por más que queramos, no tenemos cantidad de policías de la Metropolitana”.

Después reconoció: “Con toda la frustración del caso, no les puedo decir que podemos solucionar la inseguridad, que se soluciona en serio con policía bien entrenada en la calle”.

Mencionó sin embargo que “hay otras cosas que se pueden hacer y que ayudan, por ejemplo, donde hay asentamientos recientes que tienen que ver con el tema de la gente viviendo en la calle, y que es un problema en todas las ciudades del mundo porque no está prohibido”. Dijo que “la ley no es clara” y que “cuando la ley es ambigua opina el juez, y siempre termina fallando a favor de la gente que está en la calle”.

Contó asimismo que “hay casos de gente que, aun viniendo los asistentes sociales, no se quieren ir” a pesar de que “para pasar la noche hay dos mil camas en la ciudad que están muy bien”.  Por otra parte, hizo notar: “Eso no quiere decir que no podamos insistir: por ejemplo, en la plaza Roffo lo que vamos a hacer es enrejarla, y creo que ya está prevista la obra”.

Una mujer, que dijo ser directora de escuela, expresó que “mucha gente no sabe que los chicos que están durmiendo en Devoto estaban en hogares de los que los sacaron porque con 18 años pasaron el límite que marca la ley y no pueden estar más”. Refirió que “esos chicos no tienen adónde ir a dormir, no tienen familia, no tienen nada, y ahí se empieza a formar un asentamiento”.

“Si a la gente que está en un asentamiento nosotros vamos y le damos una solución para que viva, yo te garantizo que en 24 horas nos invade toda la ciudad gente que viene del conurbano, porque sabe que estamos regalando casas”, fue la respuesta del jefe de Gabinete.

Y concluyó: “La solución no es nada simple y no hay ninguna solución mágica, lo que hay que hacer en estas situaciones es analizar caso por caso”.

 

 

 

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