Vecinos Ciudadanos

VECINOS CIUDADANOS (QUIVES) O  BARBAROS (BARBAROI)

La denominación “bárbaro”  proviene del griego “barbaroi” (barbaroi)  y se refería a todo aquel que no era griego.

Los romanos recogieron este término pero le dieron un significado más técnico: todo aquel que se encontraba fuera del derecho romano y por lo tanto  no se le aplicaban las normas del mismo, ni respecto de obligaciones, ni respecto de derechos. Además estas normas se reputaban desconocidas por ellos. Los romanos eran quives y de allí  el español ciudadanos.  Cuando se quería juzgar a un romano este decía Ego quives romanum sunt (soy ciudadano romano) y lo tenían que juzgar según las leyes romanas jueces romanos.

En las sociedades actuales, casi ninguna persona se encuentra fuera del derecho. Según el territorio en donde vive, ahí encontrará un conjunto de normas aplicables a su conducta. Esto forma parte de la civilización.  Digo casi, pues hay drusos y otros habitantes de este mundo que no tienen una patria.

El incumplimiento de las normas traen aparejadas sanciones, pero todos sabemos que sin un  sustrato de conducta civilizada espontánea en la mayor parte de la población, la aplicación de sanciones en toda conducta desviada se torna de imposible ejecución. Por eso, se deja librada a la sociedad “civil”  (de nuevo quives) un buen margen de autocontrol, de cumplimiento espontáneo de las normas de convivencia, justamente para que ésta resulte posible y la sociedad funcione.

El deterioro de este código de convivencia, no solo es peligroso por sus resultados inmediatos, sino mucho más  por los mediatos: la sociedad civil desaparece y DESAPARECE PARA TODOS.

En nuestro barrio de Villa Devoto, es alarmante observar como conviven dos actitudes en una parte notable de sus habitantes: la de un gran cuidado de sus propiedades y la de un gran descuido y atropello por la de los demás y la propiedad común.

Y así vemos proliferar un gran número de conductas “bárbaras”, por ej.

1)     Mandar a hacer sus necesidades a los perros por la calle, llenando de este modo las veredas  aparentemente ajenas, sin tener en cuenta que la que es ajena para el dueño del perro A, es propiedad del perro B, que a su vez defecará en la vereda de A y así sucesivamente .Y así nos encontramos frente a la extraña paradoja que mientras en la mayor parte de las casas de este barrio existen varios baños, incluso equipados con hidromasajes, saunas, etc. y a su vez estos bichos son atendidos en “ peluquerías caninas 5 estrellas”, en las veredas por donde circulamos nosotros y nuestros hijos, convivimos con  materia fecal y orina de nuestros animales o los animales de nuestros vecinos.

Un visitante distraído podría pensar recorriendo nuestras veredas que está visitando Fez, Marruecos, Africa,  ciudad que se mantiene intacta desde el siglo. XI y en donde por lo tanto, no existen cloacas y sus habitantes caminan por calles llenas de sus propios desechos orgánicos. Y ya que se habla de materia fecal, incluso en nuestros propios jardines, debemos soportar el excremento y la orina  de los gatos de los vecinos “ bárbaros”, que dejan en libertad a sus animales domesticos, sobre todo de noche,  aduciendo que estos animales son” ingobernables” mostrando de este modo una vez más su barbarie ( desconocimiento de las normas) , porque si efectivamente estos animales pertenecen a la categoría referida, entonces no son “ domésticos” ( o sea gobernables por sus amos y no peligrosos para los demás) y por lo tanto pasan a formar parte de la categoría de “ animales prohibidos en casas privadas “

2)     Realizar maniobras con los autos sobre las veredas y garajes de los vecinos. El auto es propio, la calle ajena, la vereda ajena, los peatones ajenos.

3)      Des responsabilizarse de la propia basura, colocándola en el soporte de otro vecino o dejándola sobre la vereda.  Producimos basura (nuestra) pero para desprendernos de ella la consideramos ajena, que se arreglen los otros

4)     Dejar a los hijos adolescentes solos en las casas durante los fines de semana y siendo los mismos, tan bárbaros como sus padres, no obstante que asistan a costosos colegios, someten a todos los vecinos a volúmenes infernales de música gritos, atropello de los garages de los otros en donde estacionan sobre las veredas los autos de los amigos, todo hasta altas horas de la madrugada, en donde oímos gratuitamente  en una repetición infinitas el nombre de todos ellos, que es uno solo: “boludo”.  Alguna vez aprenderemos también el apellido.

5)     Brindar un cauteloso cuidado a sus autos propios evitando banquinas, conduciendo a mínima velocidad en calles empedradas y tomando las bocacalles con extrema precaución y concomitantemente arremetiendo indiferentes con peatones y ciclistas.  Peatones o ciclistas son ajenos.

6)     En las tres plazoletas frente a la Estación en la más a la izquierda, mirando la estación había 4 eucaliptos.  Después de un periodo largo de “reparación”  con una casilla para trabajadores dos de estos árboles desaparecieron.   Esto es un ataque al patrimonio de Devoto que es el patrimonio nacional.

7)     Agregue el lector la que le parece.

La enumeración podría continuar porque todos somos víctimas y muchas veces victimarios de estos hechos.

No quiero ser totalmente pesimista, y es que hay todavía algunos ciudadanos  (o vecinos) ejemplares.  Cuando Aguas hizo saltar los candados de la placita frente a Jose Luis Cantilo, uso el terreno para depositar materiales e indico que la zanja para el acueducto a San Martin iba a ser a cielo abierto,  el arq. Luis Dolcetti los denuncio, les hizo sacar los materiales que ahora están del otro lado de la vía y al parecer les hizo renunciar a la idea de la zanja a cielo abierto que dividiría la placita en dos y haría morir por lo menos otros dos eucaliptos centenarios, también patrimonio de Devoto.

La razón de la empresa concesionaria “abaratar costos” y para ello usan el atropello, la violación de domicilio (la plaza estaba cerrada y un domicilio publico es tan domicilio como uno privado) y amenazan la suerte de la plaza y sus árboles.

La pregunta es: ¿A Usted le gusta vivir así?: que sus hijos o sus nietos  ya no puedan ni jugar en su propio jardín, o en la vereda de su casa no solo por la violencia que viene de otros lados ( y esos otros lados también son nuestra ciudad) sino porque corre el riesgo, si es pequeño de comerse la materia fecal del gato de su vecino o ser arrollado por una violenta maniobra?.

Las cosas de todos son “res publica”.  De ahí viene republica

PIENSELO: O NOS SALVAMOS TODOS (salvando Devoto salvamos la Republica)  O NO SE SALVA NINGUNO.

Antonio A. Martino

Profesor de Ciencia Política de la Universidad de Pisa

Director del Máster en Ciencia de la Legislación de la Universidad del Salvador

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